Lo que está sucediendo con Antonio Rüdiger nos debe servir para dejar de minusvalorar lo que de toda la vida se ha conocido como un bocadillo. Un golpe fuerte que causa un dolor muy importante en el jugador, pero al que se le suele dar la importancia justa. Dos días con molestias y a jugar, se piensa recurrentemente de manera muy errónea. Realmente, sufre lo que se conoce como síndrome compartimental. Una afección más seria de lo que uno puede pensar.
El alemán sufrió un golpe muy severo ante el Getafe que le impidió terminar el partido. De hecho, llegó al descanso con serias dificultades, hasta el punto de que tuvo que ser ayudado por los servicios médicos del club blanco y por Toni Kroos para alcanzar la bocana de vestuarios.
Tras 48 horas, Ancelotti aseguraba en la rueda de prensa previa al derbi contra el Atlético de Madrid que Rüdiger estaba evolucionando bien y que sería duda hasta el último segundo, aunque el italiano sabía en su foro interno que no sólo iba a ser muy complicado que jugase contra los rojiblancos, sino que iba a ser una auténtica temeridad. Y es que, tras estos golpes se esconden más peligros de los que suelen pensar
Rüdiger sufrió tras el golpe que padeció en el Coliseum lo que se conoce como el síndrome compartimental en lesiones musculares. Esta dolencia, que se provoca por diferentes motivos, entre ellos, precisamente, un traumatismo, justo lo que sufrió el germano frente al Getafe, es una fuente de peligros que puede desembocar en una dolencia mucho más severa.
¿Qué es el síndrome compartimental?
Este síndrome es una afección grave que implica un aumento de la presión en un compartimento muscular. Esto puede llevar a daño en nervios y músculos, así como problemas con el flujo sanguíneo.
Los compartimentos son grupos de músculos, nervios y vasos sanguíneos en los brazos y las piernas que están separados por capas gruesas de tejido llamadas fascia. La fascia no se expande, por lo que cualquier inflamación en un compartimento ocasionará un aumento de presión en esa área.
El tratamiento para el síndrome compartimental puede variar dependiendo de la gravedad de la afección. Algunos casos pueden tratarse con ejercicios, mientras que otros, especialmente los agudos, requieren atención quirúrgica. Por suerte, para Rüdiger esta segunda opción está descartada. En su caso, se están utilizando medicamentos como el ibuprofeno para reducir el dolor y, obviamente, tratamiento de los fisioterapeutas.
En el caso de los deportistas de élite, como es el caso de Rüdiger, este síndrome puede interferir con el rendimiento deportivo y provocar una disminución en el rendimiento o la capacidad para participar en la actividad deportiva. La identificación temprana y el tratamiento adecuado son cruciales para minimizar el impacto en los deportistas y permitirles volver a la actividad deportiva lo antes posible.
Un pronóstico complicado
Los servicios médicos del Real Madrid han vivido días complicados, donde tenían que tener muy claro cuál era el diagnóstico de Rüdiger para evitar males mayores. Desde el vestuario madridista valoran el acierto de los galenos del equipo blanco, ya que la línea que existe entre el acierto perfecto y el error clamoroso, que hubiese provocado males mayores, era muy fina.
Por lo tanto, el regreso de Rüdiger a los terrenos de juego depende de cómo evolucione de este problema. En la entidad madridista hay optimismo, desde luego, pero no van a correr el más mínimo riesgo con un jugador que es capital para Ancelotti. Irán día a día evaluando cada situación.
El acertado diagnóstico con Rüdiger
Con un diagnóstico y tratamiento oportunos, como parece que está siendo el caso, el pronóstico es excelente y los músculos y nervios que se encuentran dentro del compartimento se recuperarán sin mayores problemas.
En resumen, el síndrome compartimental es una afección seria que puede causar dolor intenso y afectar la función muscular y nerviosa. El tratamiento oportuno es fundamental para prevenir complicaciones a largo plazo y promover una recuperación completa, especialmente en deportistas de élite, donde el rendimiento y la capacidad atlética son vitales.
Vinicius, también paciencia
Con Vinicius también toca esperar, no queda otra. El brasileño no pudo jugar el derbi al sufrir molestias en el cuello que han derivado en una seria dolencia en las cervicales. Dependerá de su evolución estos días para saber si podrá llegar en condiciones de jugar ante el Girona.
Lo que tienen claro en el Real Madrid es que no es el momento de correr riesgos. Con la Champions a la vuelta de la esquina, dentro de una semana jugarán la ida de los octavos de final de la máxima competición continental ante el Leipzig, Ancelotti y su cuerpo técnico tienen claro que no deben correr el más mínimo riesgo.