Rodrygo Goes, que ha sido suplente en los tres últimos partidos del Real Madrid, se siente ninguneado por Ancelotti, que le ha sacrificado del once titular en cuanto ha vuelto Camavinga. El brasileño se huele que estará en el banquillo en el Clásico y no quiere volver a ser el jugador número doce ni el revulsivo como hace dos temporadas.
Así lo adelantó Eduardo Inda en El Chiringuito de Jugones: «Desde el entorno de Rodrygo me dicen que empieza a haber mosqueo en el jugador por sus repetidas suplencias. Desde los representantes me lo niegan, pero la situación que está viviendo esta temporada es ciertamente llamativa. Tiene ofertas de medio continente».
Después de afianzarse la pasada temporada como titular y arrancar esta campaña con los galones de tercer delantero en el 4-3-3, Rodrygo Goes ha visto cómo ha ido perdiendo importancia para Ancelotti en las últimas semanas. Desde que Camavinga regresó de la lesión que le había impedido comenzar la temporada, el brasileño ha sido relegado al banquillo. Con el cambio de sistema dispuesto por Carletto el sacrificado ha sido Rodrygo, sino que siente que Carletto no le da los mismos galones que a Bellingham, Vinicius y Mbappé.
Por eso Rodrygo Goes se huele que Ancelotti también le va a sentar de inicio en el Clásico, que sería su quinta suplencia en apenas once jornadas de Liga, casi un 50% de los partidos de inicio al banquillo. Curiosamente, en las ocho primeras sólo descansó frente a Las Palmas y en Anoeta, mientras que, si es suplente frente al Barcelona, encadenaría tres partidos ligueros seguidos fuera de la alineación titular: Villarreal, Celta y el propio Clásico. Demasiado para un jugador que no sólo se siente titular del Real Madrid, sino que quiere ser un futbolista importante.
Rodrygo vuelve al banquillo
Rodrygo Goes lleva desde que arrancó la temporada con la mosca detrás de la oreja. En el penúltimo parón de selecciones el brasileño llegó a reclamar más protagonismo y galones en tanto en el Real Madrid como con la canarinha. Y antes había puesto el grito en el cielo en redes sociales sobre el tratamiento recibido frente a la BMV (Bellingham, Mbappé y Vinicius). Pero más allá de aquellas palabras, Rodrygo está feliz en el Real Madrid. Sabe que juega en el mejor club del mundo y que, después de lo que ha trabajado para ganarse un sitio como titular, no está dispuesto a renunciar a su sueño.
«A menudo parece que sólo estoy llenando espacios. ¿Falta alguien ahí? Pon a Rodrygo. ¿Falta alguien por la derecha? Rodrygo. ¿Falta alguien como número 9? Rodrygo. Eso es todo. Puede que me moleste un poco, pero soy un jugador de equipo», llegó a comentar en en una entrevista concedida a ESPN en la penúltima convocatoria de las selecciones. Aquellas palabras, en las que Rodrygo Goes sacaba pecho, se unían a sus quejas en redes sociales por su haber estado ausente en la lista de 30 nominados al Balón de Oro y por quedarse casi siempre lejos de las portadas en beneficio de sus compañeros de ataque: Vinicius, Mbappé o Bellingham.
Y mientras Rodrygo Goes empieza a estar incómodo con su nueva situación en el Real Madrid, más por decisión de Ancelotti que del propio club, en las oficinas de Valdebebas saben que al brasileño le sobran pretendientes, especialmente en la Premier, pero están absolutamente tranquilos. Rodrygo renovó hace diez meses y tiene por delante un contrato largo con el club blanco, hasta junio de 2029, con una prohibitiva cláusula de 1.000 millones de euros.
Rodrygo no está en venta
El Real Madrid, que ya desechó en el pasado multimillonarias ofertas venidas de la Premier, sólo se sentaría a hablar de un hipotético traspaso de Rodrygo Goes a final de temporada bajo dos premisas que ahora mismo no se cumplen: que el jugador pidiera salir y que los clubes interesados en Rodrygo estuvieran dispuestos a poner más de 100 millones por su fichaje. Su valor en Transfermarkt es ahora mismo de 110 kilos.
Pero para ese final todavía quedan muchos capítulos. Habrá que ver si Rodrygo recupera su puesto de titular en los próximos duelos o si, por el contrario, Ancelotti sigue manteniéndolo como el jugador número doce. También queda por dilucidar cuál será el rendimiento colectivo y los títulos que consiga el Real Madrid esta temporada, porque de ambas cosas puede depender no sólo a continuidad de Rodrygo en el club del Bernabéu, sino también la del propio Carlo Ancelotti.