El Real Madrid mantiene su buena racha y suma su séptima victoria seguida en la Liga Endesa para mantenerse en el liderato, igualado con Unicaja, tras ganar a Joventut. Los blancos sufrieron para imponerse en casa, pero reaccionaron a tiempo en el último cuarto, cuando parecía que los catalanes podían llevarse el partido, para ganar finalmente por 86-73. Un parcial más que contundente de 20-3 dio un vuelco al marcador y dejó ya sin opciones a los de Badalona de llevarse la victoria.
Llegaba el conjunto blanco con la intención de defender, por primera vez en la temporada, el liderato de la Liga Endesa; un logro alcanzado la jornada previa tras ganar al Leyma Coruña. Lo hizo también en casa, condición en la que de momento sigue invicto en la competición nacional.
Había, sin embargo, un par de condicionantes incómodos. Uno, la derrota entre semana en Mónaco, pequeño contratiempo en mitad de una racha triunfal que ha levantado al equipo tras un dubitativo inicio de campaña. El otro, la ausencia por paternidad del argentino Facundo Campazzo, uno de los guías espirituales del anfitrión.
Sin él se abría una puerta para el debut del base estadounidense Dennis Smith Jr., inédito desde su llegada hace algunas semanas mientras se ponía a punto. La opción de verle en acción por primera vez, y de disfrutar igualmente con el debut en el Movistar Arena del otro fichaje reciente, el pívot angoleño Bruno Fernando, ilusionó a una grada que los recibió con ovación.
No fue ninguno de ellos el que más brilló en la primera parte. Ese privilegio correspondió a Dzanan Musa. En uno de esos duelos donde exhibe muñeca engrasada, el bosnio se presentó en escena anotando 9 de los primeros 15 puntos de su equipo y arrastró esa inspiración hasta el descanso.
Su acierto, y el dominio del rebote en general y del ofensivo en particular, fueron los principales argumentos del bando madridista en los diez minutos iniciales. Sin embargo fue capaz el Joventut de voltear el apartado de las capturas en el segundo acto y de responder con triples al castigo del balcánico.
Así, no solo aguantó el tirón sino que logró incluso ponerse por delante en algunos tramos gracias al buen hacer de Sam Dekker. El ala-pívot, uno de los que sonó para el Real Madrid cuando este buscaba refuerzos, atronó en su visita a la capital de España con 10 puntos hasta el paso por vestuarios (40-39, m.20).
La igualdad a esas alturas se prolongó en los diez minutos posteriores. Fueron estos un tramo de baloncesto sin florituras; con muchas pérdidas y poco acierto. Abundaron los tiros libres; escasearon por momentos los triples; y tornaron en pobres los porcentajes de lanzamientos de dos, especialmente en el cuadro visitante (58-58, m.30).
La falta de finura no desmoralizó al Joventut, que viéndose con opciones entró revitalizado al cuarto decisivo. Cinco puntos de Kassius Robertson y tres de Devon Dotson, solo respondidos con una canasta de Bruno Fernando, les permitieron situarse seis arriba y con ello enseñar los dientes a un Real Madrid en versión tibia (60-66, m.32).
Fue suficiente para espolear a los de casa, que a partir de ese momento se desperezaron. Y de qué manera, con un incontestable parcial de 20-3 que rompió por completo el duelo. Fue un éxito coral, cincelado en sus inicios por Alberto Abalde y por el dominicano Andrés Feliz, ex del Joventut; y posteriormente rematado por Sergio Llull y el croata Mario Hezonja con sendos triples casi decisivos para cerrar otra victoria de un Real Madrid lanzado que empieza a convertir los tropiezos en anécdota.