Vuelve la Champions al Bernabéu. La competición más prestigiosa a nivel de clubes regresa a su escenario favorito, donde más se la quiere y donde más veces se ha festejado con un partido de campanillas. De esos que no dejan indiferente a nadie. Un Real Madrid – Manchester City que se podría jugar perfectamente en Estambul el próximo 30 de mayo, pero que el azar ha querido que se dispute en una eliminatoria de octavos de final que, a priori, será larga e igualada.
El Real Madrid llega a este encuentro tras sumar dos pinchazos seguidos en Liga, pero la Champions es otro mundo. Suena el himno de la competición fetiche del madridismo y todo se transforma. El clima es especial. El ambiente único. El Bernabéu se engalana para vivir una de esas noches europeas que enamoran a cualquiera. Cuando la Copa de Europa aparece en escena da igual la racha o el momento, lo importante es el presente y los blancos han demostrado a lo largo de su historia que a la hora de la verdad en el Viejo Continente son los mejores.
Zidane volverá a dirigir al Real Madrid en una eliminatoria europea. El hombre que guió a los blancos a conquistar tres veces seguidas el continente quiere seguir haciendo historia. No sabe lo que es perder una eliminatoria de Champions como entrenador. Ni siquiera como ayudante, ya que hay que recordar que cuando fue la mano derecha de Ancelotti los blancos conquistaron la Décima en Lisboa. Y ante el City de Guardiola, para Zizou el mejor entrenador del mundo, buscará seguir alargando la racha.
Y para ello, Zidane tiene pocas dudas. Sin Hazard disponible y con Bale en la convocatoria, las opciones son claras. El galés hará pareja de ataque junto a Benzema, mientras que por detrás volverán los cuatro centrocampistas. Casemiro, Valverde y Kroos tienen su sitio asegurado, mientras que el hueco que queda libre se lo disputarán Isco o Modric, siendo el croata el que parte con ventaja. Atrás tampoco hay sitio para las sorpresas y la defensa será la de gala: Carvajal, Ramos, Varane y Mendy.
Sin Eden, la clave será volver a ser un equipo. Al igual que sucedió tras la primera lesión del belga, unirse y sacrificarse el uno por el otro lo facilitará todo. Si los blancos recuperan la seguridad defensiva, afinan la puntería y ejercer como una única unidad, los cuartos pueden estar más cerca.
Un viejo enemigo
El City llega al Bernabéu con Guardiola en el banquillo. El hombre que amargó la existencia al madridismo cuando fue entrenador del Barcelona y que sufrió a unos atletas, tal y como él los definió, cuando tuvo que medirse a los blancos con el Bayern en las semifinales de la Champions de 2014. Entre Pep y el Madrid hay demasiadas deudas pendientes y todo hace indicar que tras esta eliminatoria aumentarán.
Sin opciones en la Premier, los de Manchester aterrizan en el Bernabéu con alguna duda. Sterling, Laporte y Silva, todos ellos convocados, llegan con molestias y su presencia en el terreno de juego está en el aire, aunque la plantilla de los ingleses es lo suficientemente extensa como para saltar al Bernabéu con un once lleno de calidad.
