El Real Madrid está en su punto. Carlo Ancelotti y su cuerpo técnico ha conseguido que sus jugadores lleguen al momento más importante de la temporada, cuando los títulos se ponen en juego, en un grandísimo estado de forma. Física y futbolísticamente los blancos están al cien por cien, lo que les permite afrontar todo lo que les viene por delante con confianza. Por un lado, la final de la Copa del Rey, que se celebrará el próximo 6 de mayo ante Osasuna en Sevilla. Y por otro, la Champions, que tendrá su siguiente capítulo el martes que viene en Stamford Bridge.
El Real Madrid viaja a Londres justo como quería. Las sensaciones son inmejorables. Hablando del nivel futbolístico, en los últimos cuatro encuentros los blancos han brillado. La segunda mitad en el Camp Nou en la vuelta de las semifinales de Copa del Rey fue, simplemente, brillante. Ante el Villarreal, a pesar de la derrota, también jugaron bien. Al igual que contra el Chelsea en el Bernabéu, donde el resultado se quedó corto, y frente al Cádiz. El momento del equipo es muy bueno, todo funciona y Ancelotti está pudiendo comprobar que tiene 15-16 jugadores con los que puede contar en cualquier momento.
Físicamente el equipo vuela. Otra vez llega la primavera y el Real Madrid vuela. Otro mérito del método Pintus. El plan del preparador físico italiano era que las piernas de los jugadores estuviesen frescas en abril, mayo y junio, cuando tienen que pelear por los títulos, y lo está consiguiendo. Para ello tuvo que sacrificar el mes de enero, donde a los blancos les costó aguantar el ritmo, pero el fin justificaba los medios.
Con esta situación, el Real Madrid afronta el viaje a Londres con la confianza por las nubes. Ancelotti y sus chicos saben que están en el momento perfecto y el reto es hacer bueno el resultado de 2-0 cosechado en la ida para sellar la clasificación a las semifinales de la Champions.