Supercopa de España: Barcelona - Real Madrid

El Madrid se lleva un Superclásico

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El Real Madrid se impuso 2-3 al Barcelona en la Supercopa.

El Real Madrid se llevó uno de los mejores Clásicos de los últimos tiempos, posiblemente el mejor desde los tiempos de Mourinho y Guardiola. Un gol de Vinicius, otro de Benzema, el hombre del partido, y un tercero de Fede Valverde en la prórroga dieron el triunfo al equipo de Ancelotti. Excelente imagen del Barcelona de Xavi Hernández, que nunca se rindió y tuvo en Dembélé a su mejor futbolista.

Para Clásico Ancelotti. El técnico del Real Madrid es tan previsible en sus alineaciones como el final de Titanic. Y ante el Barcelona no quería ser menos pero la inoportuna lesión de Alaba le trastocó los esquemas. Aun así, Carletto metió a Nacho, siempre de guardia como la funeraria, y tiró de sus clásicos, tal como había admitido en la previa del partido por mucho que hiciera spoilers.

Resolvió las dudas de la derecha en favor de Carvajal y Asensio. El primero recién salido de su penúltima lesión, el segundo renacido (por fin) hasta adelantar a Rodrygo en ese hueco en el once que siempre le baila a Ancelotti. El resto, los de siempre. De Courtois a Benzema, pasando por los demás intocables: Militao, Mendy, Casemiro, Kroos, Modric y Vinicius.

Enfrente el Barcelona de Xavi Hernández, en plena transición de la ruina hacia quién sabe donde. Eso sí, con un grupo de esperanzadores jóvenes a los que agarrarse cual clavo ardiendo de un equipo con un futuro tan alentador y incierto presente.

Aunque en la alineación el técnico azulgrana apostó por un punto más de veteranía y un punto menos de vigor. Dejó fuera a Nico y Jutglá y alineó a los De Jong, tanto al bueno como al malo (o regular). Por supuesto jugaba Araújo (que tiene pinta de centralazo) al lado de Piqué, debutaba Ferran Torres recién inscrito y también Dani Alves era titular en un Clásico como si estuviéramos en Cuéntame. Por situarles, salía el Barcelona con Ter Stegen; Alves, Araújo, Piqué, Jordi Alba; Busquets, Gavi, De Jong; Ferran, Dembélé y Luuk de Jong.

Y con esos 22 sobre el césped arrancó el Clásico de Arabia Saudí, exótico destino para una Supercopa de España pero ya saben aquello del poderoso caballero. Y arrancó con ritmo y vértigo. Era una película de acción con una ida y vuelta digna de ambos equipos. La pelota era del Barça y las contras dle Madrid. Benzema dio el primer aviso a los dos minutos con una maniobra marca de la casa en la frontal que abrochó con un disparo con parábola que se marchó arriba.

Arranque de vértigo

El plan de Xavi era valiente pero arriesgado. La presión alta del Barcelona era sorteada con habilidad y precisión por los centrocampistas del Real Madrid, que volvió a avisar en el 8 con un disparo de Asensio desde la frontal que también se fue arriba.

El plan de Ancelotti era replegarse sin el balón e invitar al Barcelona a abrirse para penalizar las pérdidas de balón de los azulgranas con contras a uno o dos toques. Kroos y Modric se mantenían con el periscopio levantado para atisbar todos los desmarques de Vinicius, que se movía emboscado entre zagueros azulgranas.

Dembélé en el 17 dio el primer aviso del Barcelona en una buena acción desde la derecha que fue bien despejada por Nacho en el área pequeña. Respondió el Real Madrid con una contra lanzada por Courtois a la salida de un córner. Vinicius aceleró y Asensio remató dentro del área. Se le escapó un disparo en la ocasión más clara del Clásico.

El Barcelona fue perdiendo vigor en la presión con el paso de los minutos y el Real Madrid empezó a gobernar el partido con mucha autoridad. Y así llegó el primero de los blancos. La jugada nació en un soberbio robo de balón de Benzema a Busquets. Karim se apoyó en Modric, que se la devolvió al francés. Entonces Benzema dibujó un pase a pie alzado con el exterior al desmarque de Vinicius. La velocidad de Vinicius hizo el resto. Sentó en velocidad a Araújo y batió por alto a Ter Stegen en su media salida.

Benzema, ladrón y genio

Fue un golazo y un editorial de lo que estaba siendo el Clásico. El partido se jugaba a lo que quería el Real Madrid, con un Benzema que campaba a sus anchas. La respuesta del Barça fue poner centros al área donde el gigante De Jong cazó un par de remates de cabeza que le salieron muy centrados. Tan voluntarioso como escaso de talento.

Las dos llegadas al área del Barça fueron un breve paréntesis en el abrumador dominio blanco. Cada vez que pasaba el mediocampo el Real Madrid creaba peligro. Los tres de arriba, enchufadísimos, estaban haciendo un roto a la defensa azulgrana, aunque no estaba todo dicho en el Clásico.

De hecho, el Barça logró el empate de churro al filo del descanso. La jugada llovida al área la prolongó Frenkie de Jong, que se aprovechó del salto a destiempo de Carvajal para ponérsela a Dembélé. El francés la puso al área y Militao hizo el resto. Su estúpido y centrado despeje rebotó en el pie del otro De Jong, que marcó en el rechace un gol feo ante el que no pudo reaccionar Courtois. Y con el inesperado 1-1 sobrevino el descanso en el entretenido Clásico de la Supercopa.

Regalo de Militao

Xavi Hernández hizo dos cambios en el intermedio. Pedri por Frenkie de Jong y Abde por Ferran Torres. Y puso a calentar a Ansu Fati. Mientras, Ancelotti seguía con los mismos once con los que había arrancado el Clásico. Y precisamente Pedri tuvo la primera ocasión de la segunda parte con un envenenadísimo disparo desde la frontal que se marchó a la derecha de Courtois.

El Barça salió mejor en la segunda parte y se aprendió el camino de la banda de Carvajal para hacer daño al Real Madrid. Dembélé estaba desatado y encontró un socio de primer nivel en Pedri. Mientras, Ancelotti esperaba a que sonara la alarma del Nokia para hacer algún cambio.

Poco a poco ocurrió lo mismo que en la primera mitad: el Barça perdió fuelle y el Real Madrid se volvió a adueñar del Clásico. Xavi quitó a De Jong y metió a Ansu Fati. Ancelotti, después de que sonara su alarma, metió a Rodrygo por Asensio, que se había apagado en el segundo tiempo. Y justo con la salida del brasileño llegó la ocasión a los pies de Benzema, que estrelló su disparo contra el poste tras bailar claqué en el área pequeña.

Estaba avisando el Real Madrid y al final se rompió el cántaro. Lo hizo, quién si no, Benzema. La jugada la inició Mendy por la izquierda, Karim remató a la primera y la sacó Ter Stegen. El rechace cayó en los pies de un Carvajal, que había acompañado la jugada. El lateral la volvió a poner al área y allí Benzema no perdonó y logró el segundo del equipo de Ancelotti, que lo celebró con su hijo como si estuvieran en Navidad.

Otra vez Benzema, otra vez Militao

Xavi quemó las naves con dos cambios de golpe: Memphis y Nico por Alves y Gavi. Y el Barça pasaba a defensa de tres. Ancelotti hizo su segundo cambio en el 81: Fede Valverde por Modric, que se había dosificado durante la segunda mitad. El Barcelona trató de apretar a la desesperada en busca de un empate postrero. Y lo logró Ansu Fati en el 84 en un balón al área mal defendido por Militao y en el que Courtois se había quedado a media salida.

El tanto pilló por sorpresa al Real Madrid, que estuvo a punto de perder el Clásico en los momentos finales. Los de Ancelotti, petrificado y sin saber qué cambios hacer, sobrevivieron y la semifinal se fue a la prórroga. Carletto metió a Lucas Vázquez por un fundido Carvajal.

La prórroga arrancó con un dominio absoluto del Barcelona, que se adueñó de la pelota mientras el Real Madrid replegaba muchísimo. Ancelotti lo fiaba todo a las contras. Y así llegaría el tercero. Kroos recuperó y pasó a Casemiro, que galopó hasta encontrar a Rodrygo. El brasileño levantó la cabeza y se la puso a Vinicius, que dejó pasar la pelota entre las piernas para dar una asistencia ciega a Fede Valverde, que remató desde segunda línea.

Reaccionó el Barça con una doble ocasión que abortó Courtois con sendas buenas manos. El Clásico más emocionante y divertido de los últimos años aún tenía minutos de disfrute por delante. Con el 2-3 para el Madrid arrancamos la segunda parte de la prórroga de este apasionante Clásico.

Al duelo, con ambos equipos rotos físicamente, sólo le quedaba la épica. El Barcelona siguió intentándolo hasta el final, pero esta vez ya no tenía ni resuello para buscar un empate imposible por tercera vez. Así que el Real Madrid acabó llevándose la semifinal en uno de los mejores Clásicos de los últimos tiempos. El Barça pierde, sí, pero se va muy reforzado de Arabia. Y Xavi, también.

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