Jude Bellingham, Eduardo Camavinga, Vinicius Junior, Rodrygo Goes y Aurélien Tchouaméni, representan el presente y, sobre todo, el futuro del Real Madrid. Cinco jugadores llamados a liderar una década al conjunto blanco que han forjado una amistad que va mucho más lejos que dentro del terreno de juego. El vestuario madridista es una gran familia, donde jóvenes y veteranos casan a la perfección, y este es, sin duda, uno de los grupos duros de la caseta.
La amistad de Vinicius y Rodrygo viene de lejos. Desde que se conocieron en el Real Madrid, los dos brasileños se entendieron a la perfección. Luego, llegó Eduardo Camavinga, que no tardó en sumarse al grupo. La presencia del francés le allanó el camino a Tchouaméni y, este verano, el que se ha unido a este grupo ha sido el Bellingham. Además, el inglés, que es puro carisma, ha caído de pie dentro de ese grupo. De hecho, ya es uno de los que lleva la voz cantante dentro del grupo.
Hay que recordar que el pasado mes de agosto se fueron unos días todos juntos a Francia tras la disputa del duelo contra el Celta, perteneciente a la tercera jornada de la Liga. Aquel partido se jugó un viernes y, antes de irse con sus respectivas selecciones, aprovecharon para pasar los cinco unos días juntos al sur del país galo. Un ejemplo de que esta amistad no tardó en florecer y, lo mejor para el Real Madrid, es que lo hacen vestidos de blanco.
Bellingham ha caído de pie
Bellingham es muy bueno. Lo demuestra en cada partido. Es una estrella llamada a liderar al Real Madrid en la próxima década junto a otros al resto de los jóvenes con los que mantiene una excelente relación. Pero además, este crack mundial, porque ya se le debe poner esta etiqueta, también es un trabajado incansable. Un jugador que no tiene el más mínimo problema en remangarse por el equipo. Lo demuestra en los partidos y en Valdebebas en cada entrenamiento.
Los compañeros destacan la humildad de Bellingham. Sin duda, es parte de su encanto. A la hora de tener que defender es el primero que lo hace y no tiene el mayor inconveniente. Ofensivamente, es pura magia, pero cuando tiene que mirar hacia su portería es habitual verle desplegar su físico por el terreno de juego con el único objetivo de recuperar un balón o frenar a un delantero rival.
Cinco portentos para el Real Madrid
El Real Madrid tiene cinco jugadores de nivel mundial que casan a la perfección dentro y fuera del campo. Bellingham, a sus 20 años, es una de las estrellas del club blanco y de la selección inglesa. Este curso ha jugado 20 partidos en la Liga, anotando 17 goles y dando cinco asistencias. Su rendimiento en el campo es impresionante, con un promedio de 0.85 goles por cada 90 minutos.
Por otro lado, Vinicius, a sus 23 años, es el más veterano de los cinco, aunque parezca mentira, es el líder del Real Madrid y de Brasil. Esta temporada, a pesar de haber sufrido más de lo esperado por culpa de unas lesiones musculares que su físico desconocía, ha sido importante y, lo más destacable, es que apunta a ser capital en la segunda mitad de curso.
Camavinga no deja de crecer a sus 21 años. Un portento. Un jugador capital para el Real Madrid. Ancelotti valora mucho a un jugador que es pivote, pero que brilla de interior y también de lateral izquierdo. Esta posición no le gusta, pero es capaz de cumplir con creces. Además, su contribución al juego es notable, con un promedio de 55 pases por partido y una tasa de éxito del 90 por ciento.
Rodrygo, con 22 años, ha terminado el año dejando claro que el Real Madrid no se equivocó cuando apostó por él renovándole. Un jugador de mucha calidad y, lo que es más importante, con mucho gol. Le costó este curso, pero cuando empezó a quitarse la ansiedad que no le dejaba brillar no tardó en salir su mejor versión, esa que le puede llevar a ser uno de los mejores jugadores del mundo.
Por último, aunque no menos importante, está Tchouaméni. 22 años de físico y calidad. Muchos le criticaron tras una primera mitad de 2023 regular, pero Ancelotti siguió confiando en él y se lo ha devuelto con creces. El francés es el hombre que sostiene a los blancos en el centro del campo. Además, también puede jugar de central, donde, como a Camavinga, no le gusta hacerlo, pero lo desarrolla francamente bien.
En definitiva, el Real Madrid ha tenido el acierto de juntar a cinco talentos mundiales que hacen una media de 21,6 años, los cinco juntos y la suerte de que todos ellos han formado un grupo que está llamado a dar muchas alegrías al conjunto blanco en la próxima década.