El Real Madrid se juega mucho más de lo que parece en el duelo que enfrentará a los blancos con el Celtic en el estadio Santiago Bernabéu. Con el gol de Rüdiger en el último minuto del descuento que empataba el encuentro ante el Shakhtar Donetsk en Varovia y daba la clasificación para octavos de final a los de Carlo Ancelotti parecía que el trabajo estaba hecho, pero a los blancos les quedaba confirmar una primera plaza del grupo que todavía está en el aire. Si ganan será suya, pero si no lo hacen tendrán que mirar al Leipzig. Y la diferencia entre acceder a la siguiente fase como primeros o segundos es más que notables.
Si el Real Madrid cumple con su compromiso ante el Celtic y termina la fase de grupos como primero, no sólo se garantizará jugar la vuelta en el estadio Santiago Bernabéu, y ya se vio la importancia de esto en la pasada edición de la Champions, sino que también evitará a verdaderos cocos como Manchester City, Bayern Múnich, Chelsea y, salvo sorpresa, PSG. También ha sido campeón de su liguilla el Eintacht de Frankfurt, el Nápoles y el Oporto.
Por otro lado, los posibles rivales del Real Madrid si es líder serían mucho más asequibles, salvo el Liverpool, que no ha sido capaz de superar a un poderoso Nápoles. También son segundos el Inter de Milán, el Borussia Dortmund, el Brujas, el Tottenham y, si no pasa nada raro, el Benfica. El otro rival saldrá de Milan o Salzburgo.
Por lo tanto, la diferencia entre quedar primero y segundo para el Real Madrid sería abismal. Ancelotti ha hecho ver a sus jugadores la importancia de ganar al Celtic en el estadio Santiago Bernabéu para cerrar como se espera del vigente campeón de Europa la fase de grupos de la Champions y, como ha dicho ante los periodistas, cumplir con lo que exige el escudo más poderoso del continente.