Dani Ceballos afronta la que puede ser su última gran oportunidad de demostrar su valía en el Real Madrid. El utrerano, con el cartel de transferible este verano, ha viajado a Estados Unidos para completar la gira con el equipo, un escenario perfecto para él en el que buscará dar el nivel que se esperaba de él cuando fichado hace ya siete año, en el verano de 2017 cuando despuntó con el Betis. Ahora, a sus 27 años, está ante el último tren en la estación blanco: turno de demostrar de qué pasta está hecho.
Ceballos es, junto a Modric y Arda Güler, los tres únicos mediocentros del primer equipo que viajan a esta gira estadounidense del Real Madrid. El resto de la lista la componen futbolistas de La Fábrica, algunos ya habituales como los mayores como Nico Paz, pero también chavales con muchas ganas de demostrar como Mario Martín, Jeremy de León y Palacios.
El mediocentro sevillano está ante un verano diferente. Está físicamente bien, disponible para Carlo Ancelotti tras acabar el curso pasado jugando bastante en el último mes de Liga: unos 359 minutos en seis partidos, más que lo jugado en todo lo anterior de competición doméstica, en 14 encuentros (228′). Cabe recordar que la pasada pretemporada se lesionó y ya fue a destiempo, algo similar que lo sucedido en 2021, cuando se lesionó en los anteriores Juegos Olímpicos.
Y es que este curso el Real Madrid afrontará, tras salir campeón de la Champions League, un calendario mucho más exigente y cargado de partidos, donde Carlo Ancelotti tendrá que recurrir de manera mucho más habitual a las rotaciones con encuentros cada tres o cuatro días, obligando a tirar del Plan B en el que teóricamente sigue Ceballos.
Pese a la retirada de Toni Kroos, en el centro del campo del Real Madrid sigue habiendo muchísima competencia Jude Bellingham, Eduardo Camavinga, Fede Valverde, Tchouameni y los mencionados Luka Modric y Arda Guler. Ese es el mapa del centro del campo blanco donde debe encontrar hueco Ceballos y del que parte con una clara desventaja. En cualquier caso, Ancelotti ha demostrado ser un técnico que prima la meritocracia, que pone por delante el rendimiento a los nombres como se ha podido ver esta pasada temporada con la gestión de los minutos de Modric por delante de otros jóvenes.
En cualquier caso, dependerá de Ceballos qué pase en las próximas semanas y qué le depara su futuro. El Real Madrid tiene claro qué no hará concesiones con él, al que renovó hasta 2027 y por el que pedirán a cualquier interesado en sus servicios unos 15 millones de euros para dejarle ir, ya que no tiene necesidad de venderle y cuenta con él, como mínimo, como fondo de armario ante una temporada larga.
Ceballos no está contento con el escaso minutaje que tuvo la pasada temporada, arrepentido en parte de la renovación hasta 2027 por las facilidades que hubiera tenido de no ser así para salir y encontrar un equipo, pero apostó por renovar pese a que hubo interés de grandes clubes como el Atlético de Madrid, que estuvo interesado en diferentes momentos, especialmente un Cholo Simeone que le veía encajando en su sistema.
