La situación de Marco Asensio ha dado un giro de 180 grados con respecto a la que vivía hace tan solo unos días. El atacante madridista se encontró con una jugosa oportunidad de demostrar su calidad ante el Mallorca y sin dudarlo, la aprovechó para resucitar en la rotación del Real Madrid. De defenestrado a titular en cuestión de minutos, minutos en los que anotó un hat-trick y dejó de nuevo rastro del gran Asensio que todo el madridismo quiere y al que Ancelotti quiere adaptar para que siga mostrando su mejor versión.
Asensio es mediapunta, aunque se ha tirado la práctica totalidad de su carrera profesional tirado a banda. Salvo en el Espanyol, en su debut en Primera División, donde era capitán de operaciones, Marco se ha valido de su arrancada en banda y su calidad para hacerse un hueco. Gastada esa bala, Carletto decidió devolverle al medio en un híbrido entre interior y mediapunta en el que desarboló a la defensa del Mallorca a prueba de bombas.
Ahora es momento de pensar en el futuro y Ancelotti cuenta con tres alternativas para hacer hueco a Asensio en la alineación del Madrid sin tocar a los intocables de esta. El Madrid es un equipo aún imperfecto, con grandes sensaciones pero puesto en el aún baila el responsable. Ahí no entran los titularísimos Casemiro, Modric, Vinicius o Benzema, pero sí un Asensio que esta vez sí, quiere comenzar a tirar del carro madridista con un papel preponderante.
Entre la mediapunta y el ‘rol Di María’
La primera alternativa pasa, precisamente, por ese sistema a caballo entre un 4-2-3-1 y un 4-3-3 en el que Asensio es el elemento discordante. El balear sería en el primer caso un mediapunta con capacidad para ofrecerse y aparecer por todo el frente de ataque, ya sea en elaboración como en llegada a gol, o un interior con recorrido al más puro estilo Di María o James, que aporte dinamismo y una cuota de determinación superior a la de los clásicos de la posición. Ante el Villarreal, con Valverde con papeletas para descansar, podría entrar en ese puesto y compartir sala de máquinas con dos capos como Casemiro y Modric, que le cubrirían las espaldas.
En banda con plena libertad
La segunda opción sería un regreso al pasado, aunque con matices. Si los puestos del centro del campo están muy solicitados con los mencionados Case y Luka, el lesionado Kroos y los emergentes Valverde y Camavinga, menos lo están los extremos, sobre todo el derecho, donde Rodrygo y esta versión de Hazard representan una competencia menor. El arreglo de Ancelotti residiría en dar plenos poderes a Marco para salir de la banda derecha y filtrarse por el medio, con interior y lateral compensando la zona y el balear activando su disparo y/o último pase en carril central, algo que no ocurría con Zidane, que prefería a Marco pegado a la línea de cal.
Asensio así conseguiría sentirse protagonista en el juego, su gran objetivo, y jugar desde banda pero como falso mediapunta. Esa posición, en la que tanto han destacado jugadores como Messi, Salah o incluso Gareth Bale, resultaría ideal para un Marco con confianza e intensidad repletas después del plus que supuso su papel ante el Mallorca.
Marco, un nuevo Isco en el rombo
Sin embargo, hay una tercera opción, un nuevo rol donde Asensio podría hacerse titular mediante un cambio de sistema, en un movimiento muy parecido al que realizó Zidane con Isco Alarcón en 2018. Entonces, el malagueño era el segundo jugador más determinante del equipo y un argumento competitivo por sí solo, pero no tenía hueco con la CMK en un 4-3-3.
Zizou propuso entonces un rombo que ahora repetiría Ancelotti con Asensio como punta de lanza, en forma de conector con los delanteros y con la capacidad de aparecer al borde del área, con todo lo que ello conlleva en términos de disparo. Un plan genial siempre y cuando Carletto pudiera compensarlo en las bandas tanto en ataque como, sobre todo, en defensa. El agente de Marco ya ha deslizado en una entrevista la posibilidad de verle en un rombo y esa puede ser otra vía para que el nuevo Asensio se asiente en el once titular del Real Madrid.
