El Real Madrid se está viendo en los últimos meses perjudicado de manera clara por los árbitros. El saldo arbitral del conjunto madridista ha dado un vuelco a raíz del último Clásico, donde las palabras de Ronald Koeman tras la derrota de los suyos ante el eterno rival fueron escuchadas. Desde entonces, los blancos no han vuelto a disponer de un penalti a favor, pese a las infracciones cometidas por los contrarios dentro del área. Desde entonces, hay un total de ocho acciones claras que debieron ser penas máximas para los de Zidane y que quedaron en nada.
La última de ellas se dio en la victoria frente al Getafe. Casemiro sufrió un claro agarrón de Sofian Chakla que terminó derribándole, cuando el marcador aún reflejaba el empate a cero. En esta ocasión, la realización sí que repitió la acción en varias ocasiones, pero ni Alberola Rojas sobre el césped ni Munuera Montero desde el VAR consideraron que había algo punible.
Una decisión que, por suerte para los de Zidane, no llegó a tener un peso definitivo en el marcador, pero que refleja una realidad que llevan viviendo los madridistas desde la jornada 7. Entonces, los blancos se enfrentaron al Barcelona en el Camp Nou. El Barça llegaba al partido en el peor momento de la temporada, con las heridas del fracaso veraniego aún en la memoria. Con el empate a uno, Lenglet cometió un claro penalti sobre Sergio Ramos, al impedirle rematar en el área, lo que terminó decantando el resultado final en favor del Madrid.
El peor saldo arbitral de España
Fue la última pena máxima pitada al Real Madrid desde entonces. Koeman no asumió la derrota y cargó duramente contra el colectivo arbitral. Además de quejarse de la acción que marcó el Clásico, echó la vista atrás para cuestionar las decisiones tomadas con ayuda del VAR en contra de sus intereses. Unas palabras que se quedaron sin sanción y que se sumaban a la campaña de desprestigio con raíces azulgranas que cuestionaban cada decisión tomada en favor de los blancos, por muy justas que fuesen, desde el confinamiento.
Desde entonces, el cambio de criterio para penalizar a los madridistas es una evidencia. Los blancos no han vuelto a lanzar desde los 11 metros mientras que les han señalado ocho en contra, por un balance favorable de los culés de 6-1. Los blancos son el equipo con peor saldo arbitral en lo referente a penaltis esta temporada de los 20 de Primera, con dos a favor y ocho en contra.
Al penalti cometido sobre Casemiro frente al Getafe, le preceden otros siete en competiciones arbitradas por el CTA. Los madridistas han visto como en la Liga y en la Supercopa les han privado de lanzar penas máximas como mínimo dudosas que ni siquiera han sido vistas por el colegiado en el VAR.
Patadas, manos… y hasta tirones de pelo
Los dos primeros sucedieron en la jornada 11 de Liga, en el Di Stéfano. El rival fue el Alavés y las dos infracciones que reclamaron los blancos fueron clarísimas. El primero fue un tirón de pelo de Laguardia a Marcelo que el árbitro no vio y del que no informaron desde la Sala VOR. Además de ser penalti, era expulsión por agresión.
Aquel partido terminó con victoria del Alavés por 1-2, pero el signo del partido pudo ser el contrario si, antes del penalti no pitado sobre Marcelo, se hubiera señalado otro de Duarte sobre Hazard. El belga tuvo que abandonar el partido minutos después de la acción y estuvo un mes lejos de los terrenos de juego.
Otros dos penaltis no fueron señalados en el partido de Liga contra el Athletic. Como sucedió ante el Getafe, no tuvieron incidencia en el resultado, pero también fueron claros. El primero es una mano de Capa en el área que cortó un autopase de Vinicius. El segundo, también por mano, lo cometió Yuri, en una internada de Carvajal.
Acciones no emitidas en televisión
Sí que afectó al resultado el penalti no señalado que reclamó Benzema contra el Elche. El conjunto blanco empató a uno a domicilio en un partido en el que, además, se le concedió a los locales una pena máxima por un agarrón. Sin embargo, en el área ilicitana Figueroa Vázquez no aplicó el mismo criterio. El francés se disponía a cabecear cuando Josema se lo impidió al sujetarle, pero ni el árbitro ni el VAR quisieron entrar.
Dos jornadas después, bajo la nieve de Pamplona, el Real Madrid volvió a empatar, esta vez a cero. Pero el resultado contra Osasuna pudo ser otro. En la última jugada del encuentro, Casemiro entraba al área, buscando rematar un centro de Lucas Vázquez desde la derecha. No pudo hacerlo, al ser sujetado por Oier. Soto Grado no lo consideró, ni tampoco Medié Jiménez desde el VAR. En esta ocasión, la realización no mostró imágenes sobre la polémica.
La última acción en la que pidieron penalti los de Zidane antes del último partido ante el Getafe, fue en la Supercopa de España. Los madridistas cayeron en semifinales ante el Athletic, pero en el descuento Asensio reclamó una mano de Unai Núñez que pudo llevar el encuentro a la prórroga. El balear esperaba un centro y el central se lanzó en plancha a despejarlo, anticipándose y evitando que llegase a él. Sin embargo, el balón le pegó en el brazo, en lugar de en la cabeza.
La jugada fue vista a escasos metros por Martínez Munuera, que no pitó nada. Se revisó en la Sala VOR por Iglesias Villanueva, árbitro exclusivamente de VAR y que no es la primera vez que falla en contra de los intereses del Real Madrid. No se señaló y en la televisión,pusieron otra acción con Ramos de protagonista, en lugar de poner la imagen correspondiente.
