El 14 de agosto de 2024, día en el que el Real Madrid disputará la Supercopa de Europa contra la Atalanta en Varsovia, servirá para bautizar la nueva vida de Jude Bellingham en el conjunto blanco. Obviamente, no dejará de mirar al área rival. Sería un grandísimo error no dejar libertad ofensiva a un jugador que la temporada pasada hizo 23 goles y repartió 12 asistencias, pero también es una realidad que retrasará su posición.
Si Carlo Ancelotti se inventó una posición para Bellingham la pasada temporada en ese famoso diamante donde el inglés era la punta que unía todo, la llegada de Mbappé y la marcha de Toni Kroos cambiará el esquema del Real Madrid. Un nuevo sistema que veremos por primera vez en Varsovia durante la disputa de la Supercopa de Europa.
Ancelotti apostará en ese partido por el 4-3-3 que tan buen resultado le ha dado a lo largo de su carrera. Rodrygo atacará por la derecha, Vinicius por la izquierda y Mbappé por el centro. Los tres tendrán libertad absoluta para moverse e intercambiar posiciones. Entonces, ¿dónde está Jude? Pues Bellingham se alejará de la parte ofensiva para formar en el centro del campo. En concento, en la posición de interior que durante tantos años ha pertenecido a Kroos.
En el Real Madrid dejan claro que no se debe comparar a ambos jugadores porque no tienen nada que ver, pero sí que la posición ideal de Bellingham es la de interior con libertad para dejarse caer por el área rival cuando lo estime oportuno. No obstante, esta temporada su papel no estará tan relacionado con el gol y sí con la creación del juego. El reto que tiene por delante es mayúsculo.
No obstante, en el Real Madrid le consideran un jugador total que puede ocupar varias posiciones con éxito y, de hecho, Ancelotti siempre ha tenido claro que su lugar ideal está en la medular. Tanto con el Borussia Dortmund como con Inglaterra, sin ir más lejos en la pasada Eurocopa, ha demostrado que es capaz de generar y crear juego con brillantez. Ahora, le tocará en el club de las 15 Copas de Europa.
El hombro, un problema controlado
Por otro lado, tal y como contó OKDIARIO, el Real Madrid y Bellingham han tomado la decisión de no pasar por el quirófano este verano para solucionar la lesión que tiene en el hombro. Si bien es cierto que algún día deberá dar ese paso, el tratamiento conservador que se está empleando con el inglés está surtiendo el efecto esperado. No está curado, pero puede hacer vida normal y juega, siempre protegido, con pocas molestias.
Hace varios meses los servicios médicos del Real Madrid le diagnosticaron una luxación que le provocó un cuadro de inestabilidad anterior en la extremidad. En ese momento, estaban seguros de que no había otro remedio que pasar por las manos del cirujano, aunque actualmente ese plan ha cambiado y por lo que se inclinan los galenos es por continuar con un tratamiento conservador que está dando sus frutos.
Los médicos del Real Madrid saben que Bellingham tendrá que pasar por el quirófano antes o después para solucionar los problemas que tiene en el hombro izquierdo desde que se lesionó ante el Rayo Vallecano en la pasada Liga, pero también tienen claro que si son capaces de fortalecer lo suficiente la zona afectada puede aguantar sin tener que ser intervenido, al menos, por el momento.
Si Bellingham se hubiese operado al término de la competición, habría estado dos meses aproximadamente apartado de los terrenos de juego. Es decir, Ancelotti no habría podido contar con el Inglés hasta después del primer parón de selecciones en el mes de septiembre en el mejor de los escenarios. Demasiado tiempo sin el inglés teniendo en cuenta que puede seguir jugando sin mayores problemas.