El Real Madrid certificó hace varias semanas su presencia en el bombo 2 del sorteo de octavos de final de la Champions League, pero no ha sido hasta la última jornada cuando se han conocido sus cinco posibles rivales. El conjunto madridista se podrá medir a Liverpool, Manchester City, Juventus, Bayern de Múnich y RB Leipzig y en la plantilla tienen clara su preferencia por este último, aunque no se fían de ninguno.
Un tópico que se repite bastante pero que en el vestuario madridista cobra todo el sentido del mundo después de lo ocurrido el pasado curso. Si de algo han aprendido los blancos es que no deben confiarse, sea quien sea el rival. El pasado año ya comprobaron en sus propias carnes como un rival a priori inferior como el Ajax les apeaba de la competición a las primeras de cambio, rompiendo su racha de tres Ligas de Campeones ganadas de forma consecutiva.
En caso de no caer emparejados con el equipo de la marca de bebidas energéticas, a los madridistas no les preocupa en exceso cruzarse con uno u otro. La única posibilidad que a los de Zidane les gustaría evitar es la de viajar a Anfield. El conjunto blanco prefiere no cruzarse en su camino hacia la que podría ser la Decimocuarta con el vigente campeón, que por otro lado es el último equipo al que doblegaron en una eliminatoria europea, al imponerse en la final de 2018.
Los blancos respetan a los cinco posibles rivales, reconociendo que «todos son peligrosos», pero son conscientes de que son el equipo más fuerte dentro de los segundos de grupo. Por la calidad de la plantilla y por el idilio que mantienen con la máxima competición, desde Valdebebas reconocen que «ningún equipo querrá enfrentarse a nosotros».
Pase lo que pase el lunes, en el Real Madrid son optimistas de cara a la que es su competición fetiche. Los blancos aspiran este año a pelear de nuevo por el trono europeo, que perdieron el pasado curso y se ven en condiciones de hacerlo. Saben que para ello «hay que ganar a los mejores», por lo que aunque pueda no sonreirles la suerte, desde el vestuario no se le dará una importancia suprema.