Luka Modric regresa de sus vacaciones antes de tiempo, con galones y con un nuevo rol que poco a poco deberá ir aceptando y al que se tendrá que ir adaptándose. El croata aterrizó en Valdebebas un día antes de que el equipo al completo -salvo Ceballos, que se queda en Madrid tras lesionarse- ponga rumbo a Estados Unidos para comenzar la gira. La profesionalidad del de Zadar sigue intacta a sus 37 años.
Modric también comienza un nuevo curso, posiblemente el último, con más galones. Tras la marcha de Karim Benzema, se ha convertido en el segundo capitán madridista, sólo por detrás de Nacho Fernández. Ambos, junto a otros como Carvajal y Kroos, deberán ser los líderes de un vestuario donde hay muchos jóvenes, pero en el que también se respira un ambiente de familia como pocas veces visto.
Por último, Modric también tendrá que asumir un nuevo rol. Un rol al que nunca se ha enfrentado. Por primera vez puede ver como sus minutos en el terreno de juego disminuyen. De alguna manera, podría dejar de ser titular indiscutible. El Real Madrid tiene siete centrocampistas y el club cree que ha llegado el momento de dejar paso a los jóvenes. Bellingham ha sido fichado para ser uno de los jefes de la medular, Camavinga es intocable, mientras que Tchouaméni y Valverde también piden paso. Esto, obviamente, afecta a Kroos y al croata, mientras que tendrá que ser Ancelotti el que lo gestione con la más mano izquierda posible.
Modric pudo salir este verano rumbo a Arabia Saudí viendo mejorado notablemente su contrato, pero se quiso quedar para echarse su último baile vestido de blanco. Eso sí, en el Real Madrid, que como pasó con Benzema siempre le dejaron decidir con una propuesta de renovación encima de la mesa, son plenamente conscientes de que tiene que ser un jugador capital en la plantilla, pero no el principal pilar del centro del campo. Luka deberá aprender a lidiar con este nuevo rol y entenderlo.
Dos últimos bailes
Modric se prepara para jugar su última temporada en el Real Madrid y para despedirse a Croacia en la Eurocopa que se celebrará en Alemania en 2024. Esas son sus dos grandes ilusiones. El madridista seguirá siendo el líder de su país. Si bien es cierto que abandonó Róterdam, tras perder la final de la Liga de Naciones contra España, visiblemente afectado, estará presente en una nueva fase final defendiendo a su país. Tras ser subcampeón y tercero del mundo y subcampeón de la Liga de Naciones, quiere hacer algo grande en una Eurocopa.
