Hay veces en la vida que por mucho que veas algo no te deja de impresionar. Esto sucede con Luka Modric y su estado de forma a los 36 años. Como el mejor vino, ese caro que uno se reserva para las grandes ocasiones, el croata mejora con el paso del tiempo. Si el pasado año fue pieza capital junto a Courtois y Benzema para que los blancos ganasen la Liga y la Decimocuarta, esta temporada ha arrancado dejando el listó tan alto como después de la final de París. Un jugador de leyenda que por delante tiene una temporada apasionante tanto con el Real Madrid como con Croacia.
La temporada de Modric fue tan impresionante que nadie dudó por Valdebebas que había que renovarle un año más. Dicho y hecho. Cuando terminó el curso ambas partes necesitaron reunirse cinco minutos para ampliar el contrato hasta 2023. Con Luka todo es muy sencillo. Ama el Real Madrid como pocos y es plenamente consciente de que no hay mejor sitio para retirarse.
Este proceso se repetirá al finalizar la próxima temporada. Cuando acabe el curso 22-23 el croata hará balance, el club también y, si uno se encuentra bien y los otros creen que puede seguir sumando, se le pondrá un nuevo año de contrato encima de la mesa. Si por el contrario, Modric cree que ha llegado la hora de colgar las botas, el Real Madrid también le dará la opción de seguir ligado a la entidad en la parcela donde más cómodo se sienta.
Por el momento, Modric ha llegado a la pretemporada en un estado de forma envidiable. Está muy fuerte y listo para seguir siendo el cerebro del Real Madrid. A pesar de que los jóvenes vienen pisando fuerte por detrás, Luka todavía sigue teniendo galones de sobra para ser el hombre llamado a marcar el ritmo del conjunto blanco. De momento, será titular ante la Juventus, repetirá en la final de la Supercopa de Europa y, si no hay contratiempos, seguirá en la medular en el debut liguero ante el Almería. Es consciente de que este año podrá rotar más si Ceballos se queda y Camavinga sigue creciendo, pero en el vestuario todos saben que el jefe sigue siendo él.
Su último baile… con Croacia
Mientras que con el Real Madrid tiene un año de contrato por delante que se puede ampliar, con Croacia se prepara para vivir su último baile en el Mundial que se disputará en Qatar entre noviembre y diciembre. Luka es el líder de la vigente subcampeona del mundo y tratará de guiar a su país a las rondas finales, tal y como pasó en Rusia 2018. Eso sí, cuando la participación croata finalice, el madridista dejará de jugar con una selección a la que se lo ha dado todo.
