El Real Madrid se sigue lamentando horas después por la lesión de Militao. Un golpe en todas las líneas de flotación del club blanco. Desde el vestuario hasta los despachos, pasando por Ancelotti y su cuerpo técnico. «Qué mala suerte», era la reflexión más escuchada en el Bernabéu tras el partido contra Osasuna, aunque más que mala suerte es una cuestión de estadística. Y es que, uno de cada cinco jugadores que sufre una lesión de ligamento cruzado anterior sufrió una segunda. Justo, lo que le ha pasado al brasileño y lo explica a OKDIARIO el doctor Diego García-Germán, traumatólogo y médico del equipo olímpico español de Juegos Olímpicos de Invierno.
«El miedo siempre es la recaída del cruzado que ya se rompió, pero la rotura de la otra rodilla también sucede. Hay estudios que hablan que esto si no es más frecuente es igual de habitual. Es algo que pasa y pasa bastante. Esto sucede porque estos deportistas posiblemente tengan alguna alteración genética que predisponga a la rotura. También puede suceder por una alteración en la activación muscular», argumenta.
No obstante, el doctor Diego García-Germán quiere ser optimista con Militao, que en estos momentos ha visto como su carrera futbolística se ha parado en seco. «Ha tenido una rotura de la que se recuperó muy bien y no tenemos que pensar que no va a ser así esta vez. Esto no supone el fin de su carrera ni muchísimo menos. Espero que se recupere y regrese al máximo nivel», asegura.
Los meniscos, enemigos de Militao
El doctor también habla de la principal novedad de esta lesión de Militao respecto a la de 2023, ya que en esta ocasión tiene afectados ambos meniscos: «Tenerlos dañados es una probabilidad muy alta de que suceda. De hecho, suele ser así. La cirugía ahora es más complicada, ya que hay que reparar más estructuras. No debería afectar al tiempo de recuperación, pero sí añade un problema más que son las reparaciones de las lesiones meniscales. El objetivo es que no haya nuevas roturas de meniscos. De hecho, es más frecuente que tengamos en el futuro problemas con esto que con la reparación del ligamento cruzado».
Por último, Diego García-Germán también pone el foco en la fortaleza mental del futbolista en esta recuperación. «Es un palo muy gordo y un bajón muy importante esta lesión, pero se debe gestionar psicológicamente. No sólo ahora, cuando todo el mundo va a estar con ganas de solucionar el problema, sino también gestionar el miedo a volver a tener una lesión que le condicione en su actividad deportiva, que en este caso es el fútbol», finaliza.