Parecía evidente que la suplencia de Vinicius no iba a ser una decisión técnica más. El brasileño no se quedaba en el banquillo por decisión del entrenador desde 2021, cuando Carlo Ancelotti iniciaba su segunda etapa en el Real Madrid. Y así ha sido. El delantero, que durante la semana ya intuía la posibilidad de no salir de inicio, no entendió los motivos por los que Xabi Alonso tomó esta decisión. Lo que sí parece claro es que su situación ha cambiado.
Ya en el Mundial de Clubes estuvo cerca de vivir una situación similar: fue titular en todos los partidos, pero en semifinales la idea inicial de Xabi Alonso era dejarle fuera del once. Solo la lesión de Trent Alexander-Arnold le obligó a cambiar el esquema, volver al 4-3-3 y mantener a Vinicius en el campo, aunque desplazado a la derecha, una posición que no es de su agrado.
En Oviedo arrancó desde el banquillo y disputó algo menos de media hora. Su entrada no fue especialmente brillante, pero de repente, con destellos de la calidad que aún conserva y que en los últimos meses le cuesta mostrar, asistió a Mbappé para el 0-2 y firmó él mismo el 0-3, estrenando su cuenta goleadora esta temporada.
Sin embargo, el malestar de Vinicius tras el encuentro era evidente. Tanto, que a día de hoy el brasileño no vería con malos ojos una salida en la última semana de mercado. Es un escenario poco probable: en Valdebebas no ha llegado ninguna oferta y el Real Madrid, en estos momentos, no contempla su venta. A largo plazo, la historia podría ser distinta.
No quiere renovar
La postura de Vinicius Junior sigue siendo firme: no quiere renovar con el Real Madrid. Su plan es llegar a enero de 2027 sin ampliar contrato, con dos caminos abiertos: renovar en ese momento cobrando una importante prima de fidelidad o marcharse libre a otro club que le ofrezca una cifra igual o superior. Esa estrategia explica por qué rompió el pacto de caballeros que mantenía con la entidad, la misma que siempre le respaldó en los momentos más complicados.
El club, por su parte, no está dispuesto a quedarse de brazos cruzados. En Valdebebas tienen claro que, si Vinicius mantiene esta postura hasta el próximo verano, se activará el plan de venta. No será una operación sencilla, pero la directiva blanca no contempla bajo ningún concepto dejar marchar gratis a un futbolista por el que invirtió 45 millones de euros en 2018 y que ha sido pieza clave en los últimos títulos.
La situación es tensa. En el club consideran que el jugador no está siendo justo con una institución que le ha protegido siempre. El ejemplo más evidente fue la ausencia del Real Madrid en la gala del Balón de Oro el año pasado, en protesta por lo que se interpretó como una injusticia hacia Vinicius. Además, Florentino Pérez estaba dispuesto a romper la estricta escala salarial para ofrecerle un contrato acorde a su estatus, asumiendo el precedente que supondría. Pero la exigencia de una prima de renovación terminó de tensar unas negociaciones que, a día de hoy, parecen bloqueadas.