El Clásico de este domingo no era un partido más para Toni Kroos. Después de quedarse en el banquillo y sin minutos en Champions frente al Manchester City, frente al Barcelona tenía una oportunidad única para reivindicarse. La aprovechó y de qué manera el centrocampista alemán, que fue la brújula en el Clásico de un Real Madrid que recuperó su mejor versión con Kroos a los mandos.
El teutón hizo un partido soberbio en la creación y la distribución. Al margen de las sensaciones, las estadísticas corroboran la exhibición que dio Kroos este domingo en el Santiago Bernabéu. El medio alemán tuvo un 98,5% de acierto en pases en el Clásico, completando 64 de los 65 envíos que intentó en el duelo frente al Barcelona.
Brillante asistencia a Vinicius
Pero más allá de su lección en la sala de máquinas, el futbolista alemán fue clave en la victoria del Real Madrid con esa sensacional asistencia a Vinicius para que abriera la lata. Corría el minuto 71 cuando Kroos se inventó un pase filtrado entre líneas y en profundidad que después aprovechó el brasileño para hacer el 1-0. Su lectura de la jugada fue brillante e incluso invitó con un gesto con su cabeza a Vini para que le tirara el desmarque. Tenía la acción en la cabeza y salió a la perfección, dejando para la galería una asistencia brillante.
En apenas unas horas la situación del teutón ha cambiado radicalmente. No podía estar satisfecho después de quedarse sin jugar frente al City, en el que además el Real Madrid cayó derrotado y se complicó el pase a cuartos de la Champions, pero este domingo Toni Kroos ha vuelto a sonreír en el Santiago Bernabéu, delante de una afición que ha comprobado de primera mano lo importante que es el alemán en el conjunto dirigido por Zidane, que también se habrá dado cuenta que Kroos no puede ser suplente en las grandes citas.
