Mariano Díaz quiere renovar a la baja con el Real Madrid. Sí, suena surrealista, pero es el deseo de un futbolista que ha entrado en su último año de contrato con un papel residual dentro de la plantilla. La temporada pasada disputó 392 minutos en los 11 partidos en los que participó. Y desde que regresó al conjunto blanco en el verano de 2018 tan sólo ha jugado 1.753’ repartidos en 72 duelos. Además, ha hecho 12 goles y ha servido tres asistencias. Unos números muy pobres para un jugador que cobra seis millones de euros por temporada. Obviamente, el club en estos momentos ni se plantea ofrecerle una ampliación de contrato.
El delantero ha resistido un verano más y no ha salido del Real Madrid. Como en los años anteriores, era uno de los jugadores transferibles de la entidad madridista, pero una vez más ha conseguido aguantar para seguir vistiendo de blanco. La situación del atacante, salvo giro radical, ahora es la siguiente: esta temporada va a continuar en el conjunto blanco con un papel, en principio, totalmente secundario, mientras que cuando finalice el curso su contrato expirará y abandonaría la casa blanca. No obstante, el barcelonés tiene otra idea muy diferente.
Mariano siempre ha tenido claro que si le dan minutos puede demostrar que tiene sitio en el Real Madrid. Ahora, la lesión de Benzema le abre una puerta para poder enseñar que todavía tiene pólvora en sus botas. A priori, es el último de la fila para suplir a Karim, ya que por delante tiene a Hazard, Rodrygo y Asensio, aunque él sigue confiando en tener sus minutos.
Por otro lado van los sueños de Mariano. El delantero se ha marcado como reto esta temporada dejar claro a Ancelotti que puede tener sitio en la primera plantilla del Real Madrid. Su objetivo perece complejo viendo los minutos que ha tenido hasta el momento con el italiano, pero él no pierde la fe.
Una mochila de seis kilos
Mariano está convencido de que los seis millones de euros de su contrato le han penalizado durante estos años. Aunque el futbolista entiende que él no tiene la culpa de que le ofreciesen ese sueldo, sí es consciente de que sus pretensiones han impedido que muchos clubes se animasen a ficharle en los últimos años. Además, los equipos que sí se han interesado por el jugador no terminaban de satisfacerle.
Este verano, como en los anteriores, el Real Madrid estaba dispuesto a pagar lo que hiciera falta de su sueldo al club que se hiciese con sus servicios, pero ningún club le terminó de llenar y nunca dio el “sí” definitivo a su salida. Mariano nunca ha estado por la labor de hacer las maletas en todos estos años y su deseo, aunque parezca mentira viendo su situación, sigue siendo la de no moverse.