Lopetegui ya sabe quién es Vinicius. Conocerle le conocía muy bien de cuando entrenador y brasileño coincidieron en el Real Madrid en 2018, pero en esta ocasión el técnico sevillista ha podido comprobar y sufrir lo que puede hacer un jugador joven, que no deja de crecer y al que Julen cuando fue dueño del banquillo madridista prefirió no utilizar.
Ambos estaban recién aterrizados en el Real Madrid y Vinicius era un niño de 18 años que se quería comer el mundo, aunque le quedaba mucho por aprender. Todavía le queda. Pero Lopetegui, lejos de tener la paciencia necesaria, prefirió mandarle al Castilla dejándole algún gesto muy feo que el brasileño no olvida. La relación entre los dos, en los pocos meses que duró la aventura del vasco al frente del equipo, no cuajó en ningún momento.
Lopetegui privó al brasileño de jugar en el primer equipo durante su primer curso como madridista. El club pretendía que el salto de Vini fuese progresivo y, por ello, se le inscribió como jugador del Castilla. Sin embargo, con el actual técnico del Sevilla al mando, apenas consiguió alternar sus presencias con el filial y la primera plantilla. En los 14 partidos que dirigió Julen al Real Madrid, Vinicius únicamente jugó 12 minutos. Los dos fueron en Liga, entrando a falta de dos minutos para la conclusión en el derbi ante el Atlético que terminó con empate y con 10′ ante el Alavés en una derrota por 1-0. En el resto de los encuentros no hubo rastro del brasileño prácticamente ni en el banquillo, al ser convocado únicamente en dos encuentros aparte de los que disputó.
Lopetegui condenó a Vinicius a jugar en Segunda B durante sus primeros meses en el equipo, privándole de una oportunidad que, viendo la trayectoria del equipo, quizás hubiese resultado beneficiosa para los madridistas. En ese tiempo le dio tiempo a demostrarle a Solari sus capacidades para jugar en la élite y el argentino no dudó en convertirle en uno de sus intocables nada más ascender al primer equipo tras el despido del ex seleccionador.
El Camp Nou, la gota que colmó el vaso
El momento más tenso entre entrenador y jugador se vivió en el Clásico de aquella temporada. Vinicius había sido expulsado una semana antes en el duelo que enfrentó al Celta B con el Castilla por doble amarilla. El Real Madrid hizo dos recursos y en el segundo Apelación le dio la razón, dejando en nada la sanción con el objetivo de que viajase a Barcelona. Ese fin de semana el atacante ni jugó con el filial ante el Fuenlabrada y fue descartado por Lopetegui, por lo que vio el 5-1 que los azulgranas endosaron a los blancos desde la grada del Camp Nou. Horas después, el técnico fue destituido.
