El Real Madrid se proclamó campeón de Liga después de un encuentro ante el Villarreal en el que confirmó, matemáticamente y a falta de una jornada, su trigesimocuarto título en la competición doméstica. Las circunstancias derivadas de la emergencia del coronavirus provocaron el comunicado de la entidad madridista, pidiendo a los aficionados que no acudieran a la Cibeles, y los aficionados dieron un ejemplo de civismo y no acudieron al lugar habitual de celebraciones.
Sólo un reducido número de personas pasó por las inmediaciones como suele ocurrir cualquier noche en esta zona emblemática de la capital. La plaza estuvo sitiada por la Policía en todo momento y lo que más abundaron fueron los pitos de los coches de los aficionados madridistas que pasaron por la Cibeles para celebrar la Liga desde sus vehículos.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, informó de un dispositivo especial para evitar las aglomeraciones en la Plaza de Cibeles y alrededores, y cerca de 300 agentes custodiaban a la diosa y los lugares cercanos en los que pudieran acumularse aficionados del Real Madrid en los minutos y horas posteriores a la conquista de la Liga.
En un comunicado oficial, el Real Madrid había pedido a sus socios y aficionados que no acudieran a la plaza de Cibeles y otros lugares tradicionales de celebración debido a la emergencia del Covid-19. Los jugadores del Madrid no acudirán a la celebración como es habitual en la conquista de otros grandes títulos.