Un vestuario muy enfadado

Indignación en el Real Madrid con Gil Manzano: «Si es al revés, nos tiene que sacar el ejército»

El vestuario del Real Madrid estaba muy enfadado con Gil Manzano tras no dar validez al gol de Bellingham en Mestalla que valía tres puntos

"Si sucede al revés nos tiene que sacar el ejército", aseguran desde el club blanco

Gil Manzano Real Madrid
Nacho y Ancelotti piden explicaciones a Gil Manzano. (Getty)

Enfado. Indignación. Mosquero generalizado. Incredulidad. Las sensaciones en el vestuario del Real Madrid tras la decisión que Jesús Gil Manzano tomó en Mestalla en la última acción del encuentro que enfrentó al Valencia contra los blancos eran variadas, pero todas en la misma dirección. La caseta madridista acabó el encuentro con un enfado mayúsculo y con la sensación de que les habían birlado la posibilidad de ganar un partido en el que tuvieron que remontar un 2-0.

«La indignación en el vestuario supera cualquier barrera», aseguraban desde la caseta del Real Madrid minutos después de la conclusión del encuentro. Las traseras de las televisiones con derechos que se encontraban en el camino de los jugadores hacia su vestuario, de cartón pluma, podían dar buena cuenta de ello. Los puñetazos de los hombres de Ancelotti para liberar la rabia provocada por la controvertida decisión de Gil Manzano dejaron unos paneles donde se ve la publicidad de una Liga que, una vez más, queda muy tocada. El fútbol español en general sale mal parado de este partido.

En el Real Madrid alucinaban tras el encuentro. No daban crédito, pero, sobre todo, imaginaban qué hubiese sucedido si es al Valencia al que no le permiten meter ese gol o, simplemente, Gil Manzano hubiese dejado terminar la jugada y el tanto subía al marcador. «Si es al revés, tiene que venir el Ejército a sacarnos de aquí», aseguraban miembros del conjunto blanco.

Al mismo tiempo, desde la expedición madridista que estuvo presente en Valencia, también se mostraban preocupados por la decisión de un Gil Manzano que los que le vieron dirigirse al vestuario tras su clamoroso error aseguraban que era como cuando un boxeador sale del ring aturdido. Como si minutos antes se hubiese visto cara a cara con Topuria. «Si este es el mejor árbitro del fútbol español, el fútbol español tiene un grave problema», comentan desde un vestuario madridista que no da crédito a lo sucedido.

Y encima, no se puede olvidar que Gil Manzano, tras entender la que había liado con su controvertida, errónea y preocupante decisión, decidía expulsar a un Bellingham que no mintió a nadie, tal y como reflejó el extremeño en el acta, al asegurar que sólo le había dicho que era «un jodido gol». Suficiente para enseñarle tarjeta roja. Ahora, desde el Real Madrid esperan que la sanción no sea excesiva, aunque no estará ante el Celta, tiene muy complicado poder jugar frente a Osasuna en Pamplona y veremos qué sucede frente al Athletic.

La incredulidad de Ancelotti

«No hay mucho que decir. Ha pasado algo inédito y nunca antes me había pasado. Después del rechace hemos tenido la posesión. Nunca me había pasado y no hay más que añadir. Nos ha molestado la roja a Bellingham porque no ha dicho ningún insulto. Era frustración. Ha dicho «fucking goal!» y es la verdad. Si pita cuando el portero del Valencia rechaza el balón es válido, pero ha dejado continuar y hemos tenido la posesión. Creo que ha hecho un error», trataba de explicar Ancelotti en rueda de prensa.

El italiano, además, reconocía que el vestuario estaba tremendamente enfadado: «Estamos en caliente y enfadados. Es normal. Tenemos que volver a la normalidad porque tenemos un partido importante el miércoles. En el partido ha habido cosas buenas y cosas por mejorar. Hay que enfriarse un poco porque el vestuario está caliente. Para enfriarse hay que mirar la tabla. Vamos a dormir bien hoy».

La secuencia del gol que nunca valió

Superábamos el minuto 98 de partido en Mestalla. El colegiado del partido había añadido siete minutos, pero durante el descuento se habían perdido varios minutos por un penalti que el VAR revisó. Mínimo dos. Por eso se siguió jugando. Modric puso un córner al área, la defensa del Valencia despejó el cuero y Gil Manzano parecía que iba a pitar el final.

Pero Gil Manzano no pitó el final y dejó seguir la jugada. Brahim recuperó la pelota en la frontal del área, realizó un giro magnífico y puso un gran centro. Fue precisamente en el momento del centro cuando el colegiado extremeño se llevó el silbato a la boca. En ese momento, la pelota llegó al corazón del área y Jude Bellingham anotó el 2-3.

Gil Manzano vio la jugada y en el momento que el cuero estaba traspasando la línea de gol decretó el final definitivo señalando el camino hacia vestuarios. No quiso dar el gol y no dio validez a la victoria del Real Madrid. Los jugadores madridistas no se lo podían creer y fueron en grupo con las manos en la cabeza a protestar incrédulos esa decisión. Durante esas protestas, los blancos recibieron otro castigo, ya que Gil Manzano le mostró la roja directa a Jude Bellingham.

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