Javier Alberola Rojas pidió a Rodrygo Goes que se levantase después de que Saúl Ñíguez cometiese un penalti claro. El centrocampista español del Atlético de Madrid le impidió que se marchara en su área con un bloqueo claro que y el delantero del Real Madrid cayó sobre el césped. La acción se produjo después de que los rojiblancos se adelantaran con gol de Mario Hermoso en la semifinal de la Supercopa de España.
El Real Madrid se lanzó al ataque después del 0-1 en el derbi y Rodrygo, cuando lo tenía todo para hacer el pase de la muerte a un compañero, se encontró con el cuerpo de Saúl, que no le dejó pasar. La jugada debió acabar en pena máxima para los blancos, pero Alberola Rojas se negó tan siquiera a comprobarlo con el VAR y ordenó bruscamente al brasileño que se pusiera de pie.
Además, la polémica sucedió en un partido en el que por primera vez se escucharán los audios de los árbitros con su compañero en el VAR, que en este caso es Prieto Iglesias. Los sonidos se escucharán tras la conclusión del mismo. Alberola Rojas no recurrió al videoarbitraje y optó por su criterio en una acción claramente revisable porque Saúl había cometido un penalti claro sobre Rodrygo.
La acción entre Rodrygo y Saúl.#SuperSupercopa #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/Wx2NtLjdt5
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) January 10, 2024
Pero nada más empezar el encuentro también hubo una acción que levantó la polémica. No parecía penalti, pero Stefan Savic rozó ligeramente a Vinicius Junior en carrera en el área poco después del pitido inicial. El brasileño lo protestó, pero el desenlace de la jugada acabó siendo el mismo y Alberola Rojas señaló el saque de esquina.
El partido se marchó al descanso con 2-2 y con una renta de ocho faltas cometidas por el Atlético, mientras que el Real Madrid sólo hizo dos. Aun así, Alberola Rojas no enseñó ni una sóla cartulina a los jugadores rojiblancos. Los colchoneros siguieron haciendo falta durante todo el segundo tiempo y en el descuento Axel Witsel le hizo una entrada muy dura a Rodrygo nada más saltar al césped. El belga se marchó sin amarilla y los jugadores blancos se indignaron una vez más.
Finalmente, sólo hubo una cartulina amarilla. Se la llevó Brahim Díaz, autor del quinto y último gol del Real Madrid y del partido. El malagueño marcó el 5-3 y se quitó la camiseta con la euforia de la hazaña. No era para menos porque se comió al portero del Atlético, Jan Oblak, en una carrera desde su campo hacia el de los rojiblancos hasta acabar metiéndola en la red con la diestra. Ningún jugador del Atlético acabó amonestado y eso que hicieron un total de 18 faltas.
