La polémica generada en el derbi entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid aún sigue dando de qué hablar. El arbitro del encuentro, Alejandro Hernández Hernández, consideró que no debía señalar el penalti claro por mano de Felipe, pese a que desde la sala VOR le recomendaron ir a ver la jugada repetida. Aunque visionó de nuevo la acción, siguió manteniendo su decisión inicial, saltándose el propio criterio del CTA.
Se trata de la primera vez en las últimas tres temporadas que el canario no modifica su decisión tras el aviso del VAR. Un error que podría entenderse como tal si no hubiera tenido un amplio historial polémico en los partidos en los que ha dirigido al conjunto blanco, perjudicando siempre los intereses del Real Madrid.
Hasta el derbi disputado en el Metropolitano, Hernández Hernández, declarado abiertamente culé, siempre había cambiado su decisión inicial tras la intervención del videoarbitraje. La implantación de la tecnología en el fútbol da la posibilidad a los colegiados de revisar sus errores manifiestos, siempre que el árbitro considere que debe intervenir, tras ver la jugada repetida desde la sala VOR.
La lógica hace que, al tratarse de acciones claras, en las que el fallo del colegiado en directo es una evidencia, tras revisar la jugada detenidamente, termine cambiando su decisión. Algo que había ocurrido en las 16 ocasiones anteriores en las que desde el VAR trataron de corregir al árbitro canario, pero que en el derbi no sucedió.
Única mano que no sanciona tras revisar
El videoarbitraje ha intervenido en 17 ocasiones en encuentros arbitrados por Hernández Hernández desde su implantación. En todas ellas había corregido su decisión inicial, salvo a la hora de señalar el penalti cometido por Felipe. De todas esas jugadas en las que han intentado corregir al colegiado, siete de ellas fueron por goles, otro por un error de identidad, otra por una expulsión y otras ocho por penaltis.
De los ocho penaltis que se revisaron en los partidos de Hernández Hernández, el canario coincidió con el criterio del VAR siempre, modificando su decisión inicial, salvo en la mano de Felipe. Cuatro de ellos, además, fueron por acciones similares, una posible mano en el área de las que el trencilla sancionó como pena máxima tres de ellos.
En las otras ocasiones hubo en siete jugadas no hizo falta que acudiera al monitor, al tratarse de situaciones de fuera de juego, mano inmediata al gol y error de identidad. En las otras dos -además de los penaltis- en las que también acudió a la pantalla, coincidió con la percepción del asistente que se encontraba al mando del VAR. El colegiado anuló un gol por una falta en ataque y mostró una roja, cambiando su decisión inicial.
Precedentes en los que no revisó la jugada
Sus precedentes con el Real Madrid, provocan que el conjunto blanco se sienta indignado con la actuación del colegiado en el derbi. Los madridistas temían que pudiera ser determinante en el devenir del encuentro, teniendo en cuenta su historial en anteriores partidos, y no se equivocaron. Los madridistas fueron claramente perjudicados por la decisión del colegiado.
No es el primer penalti que le deja sin sancionar al conjunto madridista en estos últimos años, aunque la diferencia con los anteriores que reclaman los madridistas es que, con anterioridad, no había acudido a verlos a la pantalla. De hecho, hay errores manifiestos del canario en sus partidos contra el Real Madrid en los que, de haber pasado por la pantalla, debería haber señalado.
Además del penalti contra el Atlético de Madrid, los madridistas se quejan de una acción en el empate en Villarreal este curso. Entonces, Hernández Hernández no mandó repetir un penalti transformado por el conjunto amarillo, que debía haberse vuelto a lanzar tras la invasión previa del área de Chukwueze. El fallo, entonces, llegó desde arriba, ya que no son jugadas de monitor, se corrigen al instante como los goles en fuera de juego.
Sí que debió acudir a la pantalla para revisar dos manos contra el Levante la pasada temporada. El Real Madrid perdió en encuentro por 1-0, pero reclamaron dos penaltis que, o bien el propio árbitro consideró que no eran punibles en directo, o bien desde el VAR entendieron que no eran errores claros.
Pero es en los últimos clásicos contra el Barcelona donde está el principal foco de la polémica con el canario. En el Clásico de la pasada temporada, que terminó con empate a cero, los madridistas reclamaron dos penaltis sobre Varane, uno de Rakitic por un claro agarrón que le impidió rematar y otro de Lenglet al clavarle los tacos en el muslo. Además, en la primera temporada con el VAR en funcionamiento, los madridistas reclamaron insistentemente una falta clara de Suárez previa al gol de Messi, en un partido que terminó con empate a dos.