En el combate particular entre Zidane y Guardiola, el primer asalto cayó del lado del entrenador catalán. El Real Madrid cayó derrotado este miércoles en octavos de final de la Champions frente al Manchester City y asaltó el Santiago Bernabéu sin hacer nada del otro mundo.
El plan del técnico francés fracasó por culpa de una alineación una vez más extraña. Se cargó a Kroos de forma inexplicable, puso a Vinicius por Bale y desubicó a Valverde en una posición a la que no está acostumbrado. Guardiola, viendo tanta concesión, lo aprovechó para que el conjunto citizen exhibiese una versión mucho más letal que de costumbre.
El Manchester City arrancó el encuentro con las líneas muy adelantadas y presionando muy arriba a un Real Madrid incómodo. Modric e Isco trataban de bajar a recibir, pero ni por esas conseguían dar fluidez al juego. Zidane optó por alinear esa especie de rombo con el malagueño enlazando con los dos delanteros, Benzema y Vinicius, pero faltaba claridad de ideas y rapidez en la toma de decisiones.
Inesperada versión del City
Enfrente, un City que no parecía un equipo dirigido por Guardiola. Los ingleses estaban más pendientes de contener bien al equipo blanco que de buscar la portería de Courtois. Quizás el técnico catalán se está dando cuenta con el paso del tiempo que lo importante es competir, más allá de dar más o menos pases o tener mayor o menor porcentaje de posesión del balón. Y así, a la contra, llegó la primera gran ocasión del partido para el City. La tuvo Gabriel Jesús tras un fantástico pase de De Bruyne, pero Courtois se hizo grande y salvó al Real Madrid del 0-1.
La versión más contragolpeadora jamás vista en un equipo de Guardiola contra un equipo merengue espeso, sin ideas y demasiado previsible cuya una oportunidad de la primera mitad llegó a la media hora. En la segunda parte la historia fue la misma. Una tempranera contra del City casi acaba en gol de Mahrez, que después tuvo otras dos ocasiones más. Courtois seguía salvando a un Real Madrid que cuando peor estaba cogió aire con el gol de Isco, precisamente a la contra y tras varios errores del City en la salida.
Guardiola movió con acierto y criterio su banquillo y encontró los frutos con un gran Sterling. Los blancos regalaron el partido y quién sabe si la eliminatoria en cinco minutos. Dos errores, uno de Ramos en la marca y otro de Carvajal al cometer penalti, propiciaron la remontada de los de Guardiola, que se llevaron el primer asalto de un combate que se decidirá en el Etihad, donde Zidane deberá dar con la tecla si no quiere despedirse de la Champions en octavos. El francés se llevó un baño táctico.
