Isco Alarcón es una de las grandes figuras del fútbol europeo que más se ha devaluado en las últimas temporadas. El jugador del Real Madrid tiene un valor actual de mercado de 20 millones de euros, mientras que hace dos años, en el momento más álgido de su carrera, valía 90 millones. Una caída del 77,7% que sólo se ve superada en jugadores menores de 30 años por Samuel Umtiti, al que las lesiones le han echo descender su valor un 85%.
El mediocentro del conjunto blanco ha pasado en ese tiempo de ser pieza clave en los planes del equipo y de la Selección, a tener un papel testimonial en la estructura madridista. Una pérdida de protagonismo que, pese al empeño de Zidane, va cada vez a más. El rol de Isco ha dado un giro radical en los últimos dos años. El malagueño era uno de los recursos más seguros para el técnico en su primera etapa, convirtiéndose en el cerebro del juego con Lopetegui.
Fue entonces cuando disfrutó de sus mejores momentos. En el Madrid de las tres Champions logró hacerse un hueco entre los titulares, aprovechando las constantes ausencias de Bale para ganar peso e importancia. Una situación que coordinaba con el gran protagonismo que tenía a las órdenes de Lopetegui. Con la llegada al banquillo del Bernabéu del ex seleccionador, su relevancia en el equipo aumentó, alcanzando el mejor momento de su carrera.
Isco por fin explotaba. La magia que llevaba en sus botas se convertía en un factor más que determinante para el conjunto blanco durante la corta etapa del vasco al frente de la plantilla. Un tiempo breve pero en el que los blancos pasaron por fases muy buenas de juego que estaban lideradas por el andaluz. Entonces, su valor de mercado alcanzaba su cota más alta.
En noviembre de 2018 el malagueño estaba valorado en 90 millones de euros, según el portal especializado Transfermarkt. Una cifra que contrasta con la actual. En dos años se ha convertido en uno de los jugadores menores de 30 años que más ha visto reducido su valor. Únicamente Umtiti le supera, con 85% de pérdida de su valor, por el 77,7% del mediocentro.
El coronavirus ha provocado una pérdida de ingresos considerable que ha provocado la devaluación general del mercado. Sin embargo, el desplome del valor de Isco solo se encuentra en casos puntuales, provocados en su mayoría por la edad, como es el caso de Rakitic, Busquets o Marcelo. En el caso del malagueño, que estaría alcanzando su madurez deportiva, su descenso se debe únicamente a razones de rendimiento.
Sin ofertas por él
La pérdida de valor de Isco se refleja en el hecho de que el Real Madrid no ha recibido ofertas en esta ventana invernal por él. El jugador da por amortizada su etapa en el conjunto blanco y considera que ha terminado. Su pérdida considerable de influencia en el juego del equipo y las críticas provocadas por sus actuaciones le llevaron a anunciar al club sus intenciones de marcharse en el mes de enero.
El objetivo de Isco estaba en volver a recuperar las sensaciones, algo que le ha sido imposible pese a las constantes intentonas de Zidane por verle demostrar un rendimiento que se acerque al del pasado. Con vistas además a la Eurocopa, en la que ha perdido gran parte de las opciones de estar, sus planes pasaban por abandonar la disciplina madridista, algo a lo que la entidad no iba a poner impedimentos.
Sin embargo, las altas pretensiones salariales del futbolista del conjunto blanco y la falta de garantías de rendimiento, han provocado que a las oficinas del Bernabéu no hayan llegado las ofertas por él. Una falta de candidatos que contrasta con el mejor momento de su carrera, cuando no le faltaban propuestas en proyectos más que tentadores.
Volverá a tener una oportunidad
Sin embargo, Zidane ha demostrado que sigue contando con él. A pesar de que su devaluación ha ido de la mano con su rendimiento, el técnico le ha otorgado un crédito infinito. Esta temporada sus actuaciones sobre el terreno de juego han sido más que discutidas, aún así volverá a contar en el tramo final del curso con una presencia notoria.
Los minutos de los que ha dispuesto en los últimos partidos presagian que su presencia en el césped se incremente. La marcha de Ödegaard deja a Zidane sin apenas recursos para el centro del campo, más allá del trío indiscutible que forman Casemiro, Kroos y Modric. Con Valverde y él como únicos mediocentros disponibles, el técnico seguirá apostando por darle minutos, en el que será el enésimo intento por recuperar una versión similar a la vista en los últimos años.
