Jude Bellingham comienza su particular temporada. Sí, a mediados de octubre. El inglés ha terminado su puesta a punto en Valdebebas y ahora llega el momento de empezar a ser ese jugador diferencial que se vio en su primera temporada en el Real Madrid y que nunca dio señales de vida el curso pasado. La operación a la que se sometió en el hombro tras el Mundial de Clubes ya es cosa del pasado, y tras dos semanas a las órdenes de Xabi Alonso durante este parón FIFA, tiene que dar un paso al frente para volver a ser un jugador capital.
Bellingham ha estado dos semanas en Valdebebas terminando su puesta a punto. Después de que Inglaterra no le citase en la última convocatoria para que terminase de alcanzar su mejor forma física, Xabi Alonso tuvo claro que iba a aprovechar estas semanas en Madrid para trabajar específicamente con él, con el único objetivo de que terminase de ponerse a tono para empezar a dar el mejor rendimiento.
Durante este tiempo en Valdebebas, Bellingham ha podido terminar su particular pretemporada. El inglés forzó por petición del club y de Xabi Alonso para jugar el derbi, aunque el rendimiento no fue el esperado. No estaba preparado para disputar un partido de ese nivel y, aunque el donostiarra decía tras ganar al Villarreal que «no merece la pena responder sobre eso ya», todas las partes saben que fue un error. Ahora, la situación se espera que sea diferente. Jude se encuentra bien, y contra el Getafe empezará a ser importante, con la vista puesta en el Clásico frente al Barcelona del próximo 26 de octubre, que se celebrará en el estadio Santiago Bernabéu.
Se busca sitio para Jude
Xabi Alonso dejó entrever tras el duelo contra el Villarreal que Bellingham recuperaría su puesto de titular indiscutible a la vuelta de este parón de selecciones, y por ello el técnico donostiarra tiene diseñado un plan para colocarlo como mediapunta, para aprovechar su intensidad en la presión y su capacidad para atacar el área.
Para que entre Bellingham, uno tiene que salir, y esa es la decisión que debe tomar Xabi Alonso. La intención del entrenador del Real Madrid es mantener en el doble pivote a la pareja Tchouaméni-Ceballos, titular en tres de los últimos cuatro partidos del equipo blanco, y situar a Bellingham por delante. Vinicius actuaría a su izquierda, mientras que el flanco derecho sería para Arda Güler o Mastantuono. Arriba, claro, Mbappé.
En ese plan faltaría Fede Valverde, que tiene el puesto garantizado en el Clásico, bien sea como lateral derecho si no llega a tope Carvajal, bien por delante del lateral en ese mismo flanco derecho. Si el uruguayo juega contra el Barcelona en esa demarcación, supondría la salida del once de Mastantuono y, probablemente, la de Arda Güler, salvo que Xabi decidiera colocar al turco al lado de Tchouaméni, sacrificando a Ceballos. Lo que es seguro es que Jude está preparado y vuelve para jugar.
El cerebro de Xabi
Xabi Alonso siempre ha estado convencido de que el futuro de Jude en el Real Madrid pasa más por crear que por dejarse caer en el área. Además, lo que es seguro, tras una temporada regular y el paso por el quirófano, es que debe elevar su nivel, porque su papel dentro del once titular del donostiarra será capital.
Ancelotti y su cuerpo técnico ya intentaron el curso pasado, con poco éxito, que Bellingham llenara el enorme vacío que había dejado Kroos. Con la llegada de Xabi, la idea del donostiarra es que el inglés pase a tener un sitio fijo en el centro del campo. Una posición que no es para nada desconocida para él, pero a la que deberá adaptarse, ya que físicamente tendrá que mejorar para poder viajar con frescura de un área a otra. Ese será uno de los grandes objetivos del cuerpo técnico a partir de ahora.
El malestar de Bellingham
Bellingham fue sustituido en el derbi, y las críticas apuntaron a Xabi Alonso por no haber sido fiel a su idea al apostar por un futbolista que quedó en evidencia de que no estaba para ser titular en un encuentro de este calibre. Pero lo que realmente perturbó al inglés fue lo que sucedió días después en Almaty. En el duelo contra el Kairat, el entrenador donostiarra repitió en el once con siete titulares del derbi, pero, curiosamente, Jude no jugó de inicio; fue suplente y saltó al terreno de juego en el segundo tiempo.
Bellingham se sintió señalado por Xabi, aunque no era la intención del donostiarra, quien, tras darse cuenta de que se había equivocado en el derbi, comprendió que Jude necesitaba un poco más de tiempo para estar al cien por cien. Sin embargo, el inglés no entendió su suplencia, ya que no tenía carga de minutos y lo que necesitaba era jugar para recuperar el ritmo competitivo perdido durante este tiempo.
A Bellingham no le sentó bien lo sucedido, pero tuvo claro que no iba a poner en ninguna situación delicada a Xabi. Al contrario de lo que ha pasado con otros compañeros, Jude siempre ha tenido presente que se esforzará aún más para recuperar la etiqueta de intocable que ha mantenido desde su llegada al Real Madrid. Y el ejemplo se vio ante el Villarreal, donde volvió a ser suplente y, al entrar al campo, mostró hambre e intensidad. Pudo ver portería, dejó detalles de su calidad y, sobre todo, evidenció su mejoría.