El día que Di Stéfano impidió que Bernabéu dejase escapar a Gento

Gento
Puskás, Di Stéfano y Gento. (AFP)

Gento es leyenda del Real Madrid, pero sus inicios no fueron sencillos. De hecho, nada más aterrizar en el Santiago Bernabéu estuvo cerca de salir cedido. Una vuelta al Racing de Santander o emprender una nueva aventura en el Celta fue una posibilidad, pero Alfredo di Stéfano fue el encargado de convencer a Santiago Bernabéu de que el cántabro sólo tenía que explotar. Y tanto que lo hizo. 23 título ganó con la camiseta blanca un jugador que se ganó el apodo de La Galerna del Cantábrico gracias a su velocidad.

Su velocidad y potencia le hizo que se ganase el apodo de La Galerna del Cantábrico. De hecho, la galerna es un temporal súbito y violento con fuertes ráfagas de viento del oeste al noroeste que suele azotar algunas zonas del mar Cantábrico y el golfo de Vizcaya. Algo parecido era Gento dentro de un terreno de juego, algo que sufrían sus rivales, los que encharcaban la banda, pero también sus compañeros.

Y es que, Di Stéfano, el que con buen ojo convenció a Bernabéu de que Gento tenía que seguir en el Real Madrid, sufría sus arrancadas dentro del terreno de juego, ya que La Saeta se veía obligada a correr por el carril central a gran velocidad para llegar al remate. “Gento seguía, arrancaba y frenaba rapidísimo durante todo el partido. Correr es importante, pero solo si sabes jugar, porque una cosa es darle a la pelota y otra interpretar el fútbol”, decía don Alfredo sobre el cántabro.

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