Simon Marciniak ha sido designado por la FIFA como el árbitro elegido para dirigir el Real Madrid-Juventus de los octavos de final del Mundial de Clubes. El colegiado polaco es uno de los mejor valorados por la UEFA, pero esta temporada trae muy malos recuerdos tanto para el Atlético de Madrid como para el Barcelona al haber sido el verdugo de ambos equipos en la Champions League.
Pese a las quejas de colchoneros y culés, la realidad es que los números de Marciniak no son nada favorables para los intereses del Real Madrid. Los blancos acumulan con el polaco un balance de cinco victorias, dos empates y tres derrotas en 10 partidos.
El último partido que dirigió a los blancos se saldó con derrota en los octavos de final frente al Atlético de Madrid. Pese a este resultado, el encuentro estuvo rodeado de polémica por el ‘doble toque’ de Julián Álvarez en la tanda de penaltis definitiva y que supuso el pase del Real Madrid a los cuartos de final.
En cuanto a la Juventus, Marciniak ha dirigido seis partidos con un balance de cuatro victorias y dos derrotas. El último partido que dirigió el polaco a los italianos fue en la vuelta de octavos de final de la Champions 2020/21, en la que el conjunto italiano fue derrotado claramente por 0-3 en casa frente al Villarreal.
El árbitro polaco se ha convertido en una especie de némesis del barcelonismo por su dirección en el partido de vuelta de semifinales ante el Inter de Milán y donde los azulgrana se quejaron por un penalti que anuló el VAR a Lamine Yamal. Posteriormente, Marciniak dejó seguir la jugada en la que se forzó la prórroga del encuentro después de que Gerard Martín pidiera falta de Dumfries en la acción del gol. El polaco tendrá la lupa en este Mundial de Clubes y no sólo de aficionados madridistas y bianconeros.