Champions: Inter - Real Madrid

Courtois y Rodrygo obran el milagro en San Siro

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Una soberbia actuación de Courtois y un gol en el 89 de Rodrygo dieron al Real Madrid un triunfo, tan sufrido como inmerecido, en San Siro. El portero fue el mejor del equipo de Ancelotti, que estuvo a merced del Inter casi todo el partido. Carletto insistió con la vieja guardia y el Madrid apenas generó peligro y ocasiones. Pero los blancos consiguieron lo que ningún equipo español en el debut de esta Champions: la victoria.

Ancelotti tiró de las vacas sagradas ante el Inter pero se cargó a Hazard, que tiene más de lo primero que de lo segundo, al menos en su historial en el Real Madrid. Puso a Alaba de lateral, sentó al chaval Miguel Gutiérrez, y de lo del descanso de Modric, nanay. Era de boquilla. Casemiro, Kroos (cuando vuelva) y Modric tienen el puesto más seguro que un funcionario de oposición. Así es Carletto, conservador y de la vieja escuela. Vamos, que su librillo está escrito a mano, ni siquiera a máquina de escribir.

Por ordenar las cosas y situarles diremos así de carrerilla el once: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Nacho; Casemiro, Modric, Fede Valverde; Lucas Vázquez, Vinicius y Benzema. Todas las esperanzas puestas en la dupla atacante, el viejo Karim y el joven Vinichus, como le llama Ancelotti.

El Real Madrid saltó a San Siro, hogar de La Undécima, resuelto y decidido. Presionó arriba al Inter con un Fede Valverde adelantadísimo y un Vinicius eléctrico. Pero el primer susto lo dio Lautaro, que atacó el hueco entre Nacho y Alaba y remató de media volea en un disparo que atrapó Courtois. Y también el segundo, en un buen desmarque de ruptura de Dzeko, que se metió en el área pequeña y se plantó delante de Courtois. El meta del Real Madrid metió un pie salvador que evitó el 1-0.

También el tercer susto fue para el Inter en un remate de cabeza de Skriniar, que se adelantó al siempre despistao Militao a la salida de un córner. Por suerte para el Madrid, la echó arriba. Conclusión: los nerazzurri habían tenido tres ocasiones en diez minutos y el Madrid empezaba a dudar. Y a recular.

Asusta el Inter

Sin noticias de Modric en la gestación de las jugadas, Vinicius y Lucas corrían como pollos sin cabeza en busca de un desmarque perdido. La primera llegada del Madrid fue un disparo lejano de Casemiro que se envenenó y se fue a la izquierda de Handanovic. Respiraba Carletto y entrenaba sus mandíbulas de velociraptor con su indestructible chicle.

Respondió otra vez Lautaro en el 18 con una contra iniciada y rematada por él con un cabezazo que rechazó con mano firme Courtois. ¿Habrá heredado Ancelotti la flor de Zidane? Bueno, si uno recuerda Lisboa, lo mismo Carletto la traía puesta de antes.

Una buena contra del Real Madrid acelerada por Fede Valverde provocó que Benzema dispusiera de una ocasión para aumentar su leyenda goleadora en la Champions. No lo hizo porque se le quedó el cuerpo en mala postura para el remate y no empaló bien la pelota.

El caso es que al Madrid se le consumió media hora de partido con más sombras que luces y con el 0-0 como un pingüe botín en San Siro. Pero en el 35 el fútbol le dio a Militao la oportunidad de ser portada del periódico con un gol cantado a la salida de un córner. La echó fuera cuando era más fácil cabecear dentro.

Respondió el Inter con una jugada de Brozovic, cuyo disparo lamió el palo derecho de Courtois. El Madrid no sabía por dónde le caían los golpes. Ni Ancelotti, que no veía cómo Nacho sufría de lateral y Alaba de central, con lo fácil que era invertir sus posiciones. Mientras, el Madrid sobrevivía gracias a su tremendo portero, posiblemente el mejor jugador de su plantilla.

San Courtois en San Siro

El sufrimiento del Madrid en San Siro era como el de una madre que espera que su hijo adolescente vuelva del botellón: insufrible. Menos mal que el descanso dio un alivio a Ancelotti y al madridismo en general, pinchado el globo de los últimos partidos.

Los blancos regresaron del descanso con las mismas (malas) sensaciones que en la primera parte. Ancelotti cambiaba menos que Florentino de corbata. Menos mal que Valverde y Modric consiguieron estirar al Madrid en los primeros minutos. Eso sí, el primer susto volvió a darlo el Inter con un cabezazo de Dzeko que sacó milagrosamente Courtois. Otra vez sujetaba el portero a un Madrid endeble.

Carvajal en el 55 protagonizó el primer tiro a puerta del Real Madrid. Rechazó a bocajarro Handanovic. Inzaghi hizo cuatro cambios y metió a tipos como Correa o Arturo Vidal, por ejemplo. Mientras, Ancelotti esperaba a que sonara la alarma de su Nokia 5110 para hacer su primera cambio: Rodrygo por Lucas Vázquez.

Aprieta el Madrid

El partido siguió siendo del Inter… y de Courtois. Los blancos intentaban respirar con la pelota, pero no les duraba demasiado. Encima, cada vez que los locales entraban por el lado de Militao, a los madridistas les daba una arritmia. Y todavía quedaba un cuarto de hora, más el añadido, para seguir sufriendo.

En el 78, mientras Ancelotti le daba la chapa a Camavinga, Benzema rozó el 0-1 con un cabezazo que se marchó desviado por poco. Era fuera de juego. Un minuto después entró Camavinga por Modric, que descansaba diez minutos. Esa es la idea que tiene Carletto de las rotaciones.

Pasaron los minutos y el Inter fue perdiendo fuelle. El Real Madrid no quería perder en cinco minutos el punto que su portero había salvaguardado en 85, pero decidió irse hacia arriba. Así encontró el gol en el 89, en una acción tejida entre Valverde, Camavinga y Rodrygo. El francés asistió al brasileño, que marcó de media volea. El tanto de Rodrygo dio al Real Madrid un triunfo puede que inmerecido pero que le da tres puntos de oro en el arranque de la Champions. Ya quisieran otros equipos españoles.

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