Thibaut Courtois ya es leyenda del Real Madrid. El belga es el guardián salvador de su equipo en los momentos de máxima debilidad, aunque en algunos de ellos como el de este martes en la Champions sea imposible que sus espectaculares actuaciones tapen tantos agujeros como los que el Arsenal abrió en los blancos. El mejor portero del mundo ha escrito episodios inolvidables de la historia reciente del club y por eso su apellido ya está grabado en sus 123 años de gloria.
Courtois llegó al Real Madrid en el verano de 2019 y tras una primera temporada en la que dejó algunas dudas comenzó a despejarla todas de golpe a partir de la segunda, haciéndose gigante en la portería con el ‘1’ a la espalda. El belga es digno portador de ese icónico número en el equipo blanco que portaron anteriormente otras leyendas como Iker Casillas. Y es que algunas de sus actuaciones, sencillamente, han significado títulos.
El belga vivió un calvario la pasada temporada al romperse el cruzado justo antes de que iniciase. Al lesionarse, Courtois se propuso una meta clara: llegar al tramo final de temporada y estar ahí si el Real Madrid llegaba a la final de la Champions en Wembley. Esto se cumplió y los blancos levantaron su decimoquinta orejona tras un recital de paradas salvadoras de su guardameta, que evitó todas las ocasiones de gol del Borussia Dortmund, especialmente en la primera parte, con una serie de estiradas históricas para el club.
Más recordado si cabe es su partidazo dos años antes en París, siendo el MVP de una final europea ante el Liverpool que además de Vinicius Junior también decidió él. Courtois es el único intangible del Real Madrid, el que siempre está ahí y nunca falla si las lesiones le respetan. Incluso en una dura temporada como la actual, el belga sale alabado de cada encuentro sea cual sea el resultado.
Las actuaciones salvadoras de Courtois
Así sucedió en la derrota contra el Arsenal en Londres, donde protagonizó una doble parada increíble para frenar el primer gol de los gunners. Con tanta llegada, los tantos ingleses cayeron por su propio peso, pero la grandeza de Courtois se demuestra en que Declan Rice para anotar su segunda diana de falta tuvo que ajustarla al único lugar posible al que el portero blanco era físicamente incapaz de llegar, es decir, por toda la escuadra.
Courtois aporta seguridad, unos reflejos a la altura de muy pocos porteros en la historia y, para colmo, un buen hacer con los pies que dota de una buena salida de balón al Real Madrid en ciertos momentos de los partidos. El belga es decisivo y sabe que parte de la remontada que se está cocinando para el próximo miércoles depende de que él cierre la puerta como nos tiene acostumbrados.
En medio de una temporada en la que el Real Madrid defiende peor y encaja más goles que de costumbre, que Courtois esté a tope es pura vitamina para el equipo. El Arsenal se topó una y otra vez con el belga en su estadio hasta que consiguió derribarlo, pero en la vuelta el cuento puede ser distinto y si un arreón da alas a los de Carlo Ancelotti en la eliminatoria nadie duda de que el belga libraba su propia batalla en las ocasiones de peligro de las que pueda disponer el Arsenal.