El Real Madrid emprende en Cartagena una nueva aventura copera. Curiosamente, una de las poquísimas competiciones que no son dominadas por el equipo blanco. Por algo será. Históricamente, este torneo ha sido visto como el menor de los tres grandes, aunque hay veces han salvado temporada, que se lo pregunten a Ancelotti hace dos años, cuando su continuidad se fraguó tras ganar este título y con el subcampeonato liguero, o aquella final de 2011, el primer título de Mourinho contra el Barcelona de Guardiola. La última vez que los blancos celebraron una Copa como merece una competición queridísima por muchos, pero que para el rey de Europa en muchas ocasiones se convierte en un problema.
Obviamente, de puertas hacia fuera, nadie en el Real Madrid te va a reconocer que la Copa es un marrón. Pero lo es. Y lo dicen. Sin ir más lejos, Ancelotti en la previa del partido aseguraba que esta competición es un problema cuando caes eliminado, apoyándose en el mantra de que los blancos deben competir por todas las competiciones. Cierto, pero también complicado.
«La Copa del Rey no es problema hasta que te quedas fuera. Cuando te quedas fuera de la Copa es un problema porque el Real Madrid intenta pelear todas las competiciones. El problema será si salimos de la Copa del Rey. En los últimos años, ha salido muy bien esta competición para nosotros y jugar la final es algo muy bonito. El objetivo es llegar a la final, como siempre», aseguraba el italiano ante los periodistas.
El discurso cambia de puertas hacia dentro. Obviamente, caer en Cartagonova contra la Deportiva Minera, rival de Segunda RFEF, cuarta categoría del fútbol español, haría mucho ruido de puertas hacia fuera, pero no dejaría mayores daños colaterales. En el Real Madrid son plenamente conscientes de que entrar en este mes de enero jugando cada tres días y simultaneando Copa del Rey con Champions sería un esfuerzo físico que antes o después pagarían.
«Si parece un accidente…», aseguran en Valdebebas. Nadie piensa en caer contra la Deportiva Minera, pero a partido único dentro una semana contra, posiblemente, un rival de Primera División, la situación ya es diferente. El Real Madrid, como ha asegurado Ancelotti en la previa, peleará por absolutamente todo, siempre lo hace y el escudo obliga a ello, pero también es cierto que el plan está claro: rotaciones masivas.
El Real Madrid afrontará cada partido de Copa del Rey hasta, como mínimo, semifinales, jugando con aquellos futbolistas que han tenido menos protagonismo a lo largo de la temporada. Esfuerzos los justos. Y si de esta manera llegan a la final que se celebrará el 26 de abril en el estadio de La Cartuja de Sevilla bienvenida sea.