El Real Madrid está más unido que nunca y eso se nota dentro del campo y fuera de él. El conjunto blanco logró el pasado miércoles una remontada histórica ante el París Saint-Germain en la Champions League que reflejó la cohesión que hay entre los miembros de la plantilla de Ancelotti. Después de la remontada, la plantilla casi al completo salió a cenar a un restaurante de la capital, acompañados además de sus respectivas parejas.
Los jugadores del conjunto madridista se han querido conjurar para lo que queda de campaña, donde tienen el objetivo de solventar una Liga que está encarrilada, con ocho puntos de ventaja sobre el segundo, y por qué no soñar con la Liga de Campeones. Lo hicieron cenando en familia en un restaurante en la noche del viernes, aprovechando que en esta jornada 28 no jugarán hasta el lunes, cuando viajen a Mallorca.
La unión que tiene la plantilla recuerda a aquella del 2017, en la que se consiguió ganar el doblete Liga-Champions con Zidane al mando, en la que cualquier jugador era importante para Zidane. Parte de esa gran conexión que tienen hoy los jugadores es responsabilidad de sus parejas. Las WAGs han formado también una piña que está liderada por Mina Bonino, Karoline Lima, Daphne Cañizares, Shalimar Heppner o Sandra Garal, las parejas de Valverde, Militao, Carvajal, Alaba y Asensio. Es habitual verlas compartiendo parte de su tiempo juntas, cenando, yendo a diferentes eventos o incluso cuando viajan todas juntas a los partidos lejos del Bernabéu.
A pesar de que gran parte de la plantilla salió a cenar tras la remontada ante el PSG, hubo varias ausencias. Entre ellas, destacan las de Alaba, Benzema, Vinicius, Asensio e Isco. Tampoco estuvieron en la cita Toni Kroos y Gareth Bale, que son habitualmente baja para este tipo de eventos que celebran los jugadores cada cierto tiempo.