Corría el minuto 72 del Clásico que enfrentó al Real Madrid y al Barcelona el pasado 26 de octubre en el estadio Santiago Bernabéu, cuando Xabi Alonso decidió sustituir a Vinicius Junior para dar entrada a Rodrygo Goes. En principio, una decisión más del entrenador. Más o menos acertada -eso que cada uno lo juzgue-, pero una decisión del jefe del vestuario madridista. Lo que pasó a continuación hizo saltar todo por los aires. El brasileño se molestó mucho por abandonar el terreno de juego. Hizo aspavientos dentro del campo, dijo que se iba del equipo, se marchó al vestuario, regresó, fue protagonista de dos tánganas y se marchó a Montecarlo a pasar dos días tranquilo mientras el incendio se iba formando poco a poco en Valdebebas.
El miércoles 29, el Real Madrid regresó a los entrenamientos y Vinicius pidió perdón a sus compañeros de forma privada y lo repitió de manera pública, sumando al club y al presidente, pero obviando, de manera deliberada, a Xabi Alonso y a su cuerpo técnico. El donostiarra quiso darle la mayor normalidad posible dentro de la anormalidad de lo sucedido, ya que la falta de respeto del brasileño fue notable. El club también optó porque lo solucionaran entre ellos, sin multar al atacante por su comportamiento y sin querer dar recorrido a lo sucedido.
Xabi ha hecho grandes esfuerzos por intentar pasar página, pero nada ha sido igual desde ese momento. El donostiarra perdió toda la autoridad que tenía ante sus jugadores, especialmente ante los pesos pesados, los que mandan. Y el rendimiento posterior del equipo se ha visto afectado notablemente. Los blancos ganaron al Valencia, mientras que dejaron muy malas sensaciones frente al Liverpool y al Rayo Vallecano.
Xabi Alonso y su cuerpo técnico saben que la situación es complicada, que poco a poco están perdiendo el pulso de un vestuario que está regresando a los hábitos del pasado y que terminaron con Ancelotti fuera del club y con una temporada en blanco en cuanto a los títulos considerados como grandes.
Mientras, desde la cúpula madridista esperan que Xabi Alonso sea capaz de revertir esta situación, aunque también son conscientes de que va a ser complicado. Nadie esconde que, cuando se pierde el pulso con los futbolistas, darle la vuelta a la situación es tremendamente complejo, pero desde las altas esferas del Real Madrid confían en que el donostiarra sea capaz de hacerlo.
La gestión de los egos
En el Real Madrid coinciden en que los métodos de Xabi Alonso son los adecuados, por mucho que a algunos de sus jugadores no les terminen de convencer, pero también son conscientes de que debe tener más mano izquierda a la hora de gestionar los egos de unos futbolistas que siempre son complicados.