El Clásico se corona en el Villamarín. Con esta actitud debe afrontar el Real Madrid el duelo ante el Betis. Los blancos visitan Sevilla líderes tras imponerse al Barcelona el pasado fin de semana en el Bernabéu, pero todo lo que no sea sumar los tres puntos frente a los verdiblancos significará no terminar el trabajo bien hecho contra los de Quique Setién.
Las cosas han cambiado mucho para el Real Madrid desde aquel miércoles en el que 10 minutos trágicos provocaron la remontada del Manchester City en la ida de los octavos de final de la Champions. El vestuario sufrió un gran golpe aquella noche, pero se consiguieron levantar para ganar el Clásico, ver con otros ojos la vuelta en Inglaterra y volver a recuperar el liderato. Eso sí, ante el Betis afronta la primera de las 12 finales que tiene por delante para poder volver a cantar el alirón. Sin duda, uno de los más deseados en la historia del club. La Liga apetece mucho por Valdebebas.
Para este duelo Zidane tiene un problema en la banda derecha, ya que Carvajal sufre una gripe que le ha dejado fuera de partida. Esto supone un gran quebradero de cabeza para el galo, ya que la posición de lateral diestro no está doblada. Por lo tanto, Militao o Lucas Vázquez se tendrán que reinventar para cubrir el flanco derecho. El resto del equipo tendrá pocos retoques. Saber si Zizou apuesta por Marcelo o Mendy y conocer si formará con cuatro centrocampistas, donde entraría Modric ya que Isco también está lesionado, o con tres arriba, con Bale teniendo la posibilidad de ser titular, son las otras incógnitas de los blancos en el duelo ante el Betis.
El Real Madrid buscará mantener las buenas sensaciones obtenidas ante el Barcelona, donde alguna causa perdida se volvió a encontrar y otros confirmaron que son imprescindibles, como es el caso de Kroos. El alemán fue suplente ante el City y clave contra los azulgranas. Parece complicado que Zizou vuelva a prescindir del germano en un choque importante.
Un Betis necesitado
El Betis deberá mejorar la versión ofrecida en los últimos tiempos para plantar cara al Madrid. Los de Rubi no ganan desde el pasado 19 de enero, lo que ha provocado que las aguas bajen revueltas por la parte verdiblanca del Guadalquivir, con rumores de destitución sobre el entrenador. Estas cuestiones han sido una constante en cada rueda de prensa de esta temporada, a raíz de los malos resultados que tienen a los sevillanos mirando más al descenso que hacia arriba.
Rubi podía apostar por una defensa de tres, donde Sidnei Rechel, Marc Bartra y Aïssa Mandi serían los elegidos, en detrimento de un hombre de contención en el medio. Esa decisión afectaría a William Carvalho o a Andrés Guardado, si bien el sacrificado por delante a lo mejor sería el capitán Joaquín. Se ausentará seguro, por lesión de larga duración, Juanmi Jiménez.