«Karim ha vuelto». Así de contundente se mostraba Carlo Ancelotti después de la importante victoria del Real Madrid en San Mamés. Las palabras del entrenador italiano verbalizaban el sentimiento generalizado de la afición blanca, que celebra con regocijo el retorno a su mejor nivel del vigente Balón de Oro. Saben que el capitán es fundamental para aspirar a más títulos esta temporada.
El Mundial de Qatar fue un capítulo amargo para Benzema, que se perdió el torneo por una inoportuna lesión muscular. Pese a que su recuperación fue más rápido de lo previsto y cupo la posibilidad de que retornara a la selección gala, su seleccionador Didier Deschamps no movió un dedo para explorar esa posibilidad y el madridista se resignó a ver desde casa el torneo, donde Francia perdió en la final contra Argentina.
Lejos de lamentarse, Benzema paso página rápidamente de lo ocurrido y aprovechó el tiempo para mejorar su condición física y prepararse para estar a tope con su club en la segunda mitad de la temporada. Dicho y hecho. Desde que volvió el fútbol de clubes, Karim, que no brilló como acostumbra en los primeros meses del curso, ha recuperado la eficacia goleadora que le encumbró a la cima del fútbol mundial.
En racha
Los números no engañan: el ariete galo ha metido seis goles en los seis partidos oficiales que ha disputado con su equipo desde que finalizó el Mundial. Volvió a lo grande, con un doblete ante el Valladolid, y ya no ha vuelto a dejar de marcar, como han comprobado sucesivamente Villarreal, Valencia, Barcelona y Athletic.
Este último gol en la Catedral fue una genialidad marca de la casa, ya que enganchó una volea repleta de calidad, casi de espaldas e imposible para Unai Simón. De paso, este tanto le sirvió para auparse al quinto puesto en la clasificación histórica de goleadores de la Liga empatado con otro mito del madridismo: Raúl González. Benzema ya es leyenda, pero quiere más y está de vuelta para conseguirlo.