Una Francia con uno menos no puede con Bosnia-Herzegovina. La campeona del mundo no pudo pasar en casa del empate a uno ante los balcánicos, pese a contar con un la pareja de moda, la que forman Benzema y Mbappé. Comenzaron perdiendo por un gol de Dzeko, pero puso las tablas el tercero en discordia del tridente ofensivo, Antoine Griezmann, que estrenó marcando su fichaje por el Atlético de Madrid. Una rigurosa expulsión a Koundé condicionó la segunda mitad, en la que el marcador ya no se movió.
El Stade de France volvía a acoger un partido de los de Deschamps. Después del importante batacazo que la campeona del mundo se pegó en la Eurocopa, estaba a rebosar para recibir a Bosnia, en la cuarta jornada de la fase de clasificación para Qatar 2022. Los galos llegaban al partido como primeros de grupo y buscaban una victoria que habría allanado su camino hacia la clasificación directa, que pese al empate sigue sin correr peligro.
Comenzaron empujando, aunque sus dos grandes estrellas apenas entraban en contacto con el balón. Líderes en este arranque liguero de Real Madrid y PSG, volvían a juntarse de nuevo sobre el césped, sabiendo ya que durante este curso sólo podrán hacerlo cuando defiendan la ‘bleu’.
A pesar del dominio local, Bosnia se acercaba al área de Lloris con peligro. Pjanic, descarte en el Barça de Ronald Koeman, es otro cuando se pone la elástica de su selección y llevaba la manija de los suyos a la hora de organizar el juego. De hecho, el primer aviso fue suyo, con un disparo que a punto estuvo de convertirse en gol.
El que no perdonó fue el incombustible Edin Dzeko. Aprovechando que Francia llevaba varios minutos dormida, los bosnios se hicieron con el control y el delantero del Inter de Milán aprovechó con un disparo seco para batir a Lloris y hacer que saltara momentáneamente la sorpresa en Saint Denis.
Pero la alegría les duró eso, un momento. Griezmann empataba con un gol fantasma a la salida de un córner tres minutos después. El galo remataba en el primer palo un centro desde la esquina al que llegó Sehic, pero cuando el balón había sobrepasado ya la línea de gol. Aunque el colegiado no lo concedió de primeras, le llegó la confirmación desde el VAR y el empate subió al marcador.
A la reanudación, tras el paso por los vestuarios, Francia salió tratando de darle la vuelta al partido, pero se le torció demasiado pronto. Koundé se lanzó al suelo para cortar una acción peligrosa desde la banda y vio la amarilla. Sin embargo, volvió a intervenir el videoarbitraje, aunque esta vez para corregir una acción más que discutible. El colegiado acudió a ver la repetición en la pantalla y terminó expulsando al sevillista, aunque con la amarilla habría servido.
A partir de ahí, los de Deschamps trataban de atacar en las pocas oportunidades en las que Bosnia entregaba el balón. Los balcánicos aprovecharon para hacerse con el control del partido, aunque la ordenada defensa francesa evitó el peligro. Les servía el empate a los bosnios, conscientes de que en un grupo tan igualado –en el que se encuentran también Finlandia y Ucrania– sacar un punto ante la vigente campeona les puede acercar a la repesca mundialista.
Al final, empate a goles más que merecido, en un partido en el que tampoco se vio un gran fútbol y donde la pareja Mbappé-Benzema no logró hacer de las suyas. El madridista permaneció en el campo hasta el 76′, mientras que el fichaje frustrado de los blancos fue sustituido en el 90′. Habrá que esperar al próximo sábado para ver si son capaces de dar un buen espectáculo, como ya hicieron en la fase de grupos de la pasada Eurocopa.