Clave en la segunda época dorada del club

Bale dice adiós con 16 títulos, pero sin el cariño del madridismo

Se va Gareth Bale del Real Madrid, un jugador que aparece en todas las fotos de la segunda época dorada del club blanco y que nunca entró en el corazón del madridismo

Su forma de ser, su falta de adaptación y su bajada de rendimiento sacó de quicio a la parroquia blanca y al propio Zidane

Bale

Ya está. Se acabó. Durante una época parecía imposible, pero finalmente ha llegado el comunicado oficial más deseado por Zidane y hasta por el club, ya que hace tiempo el Real Madrid entendió que la continuidad de Gareth Bale en el equipo no tenía sentido. Sus últimos tiempos en el club blanco fueron dantescos. Zizou decidió no contar con él y el jugador se dedicó a dar todo el espectáculo que no podía y no era capaz de ofrecer dentro del campo en el banquillo. Una imagen que no beneficiaba a nadie y que finalmente ha terminado con el galés fichando por el Tottenham, el único que realmente le ha querido.

Pero con su salida del Real Madrid se marcha un jugador que ha sido fundamental en la segunda edad dorada del club. Cuatro Champions se lleva en su palmarés y, menos en la Duodécima, donde una lesión le relegó al segundo plano, en todas las demás ha sido clave. En la Décima marcó el segundo gol ante el Atlético en la prórroga que adelantaba a los blancos. En la Undécima, con Cristiano muy justo de gasolina, dirigió a los blancos a la final y fue el mejor en Milán, marcando un penalti cojo. En el camino a Cardiff es cierto que estuvo en un segundo plano, pero en Kiev, aunque su relación con Zidane ya no era la mejor y fue suplente ante el Liverpool, saltó al campo en el segundo tiempo para hacer dos goles, uno de ellos de chilena, y llevar la Decimotercera a la sala de trofeos del Santiago Bernabéu.

Pero no sólo en Champions ha brillado. Nadie olvida su carrera ante Bartra en las finales de la Copa del Rey de 2014 que acabó en gol y sirvió para que ganase su primer título como madridista o sus participaciones en los tres Mundiales de Clubes que ha jugador y ganado, donde siempre fue clave. De hecho, y a pesar de las muchas lesiones que ha tenido, ha marcado 105 goles y ha dado 68 asistencias en los 251 partidos que ha jugado como jugador del Real Madrid.

A pesar de todo esto, nunca se ha ganado al público de un Santiago Bernabéu al que ha sacado de quicio en demasiadas ocasiones. Su actitud y su falta de adaptación no casaron con la parroquia blanca nunca, que terminó explotando contra su jugador cuando su rendimiento descendió notablemente. Del Real Madrid se va un futbolista que debería ser leyenda y que quedará en olvido.

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