El Athletic de Bilbao ha posado sus ojos sobre Álvaro Odriozola. El club de San Mamés ve al lateral del Real Madrid como una opción más que interesante para reforzar su equipo y poder mantener el ritmo competitivo y aspirar a Europa cada temporada. Esto se suma al deseo del donostiarra de regresar a España, aunque la operación es complicada porque el jugador tendrá que decidir si quiere regresar al País Vasco… para jugar en el eterno rival.
Odriozola se ha criado y formado en las categorías inferiores de la Real Sociedad. Desde los 10 años formó parte de cantera txuri-urdin y debutó con el primer equipo en 2017, tras 11 años sudando en Zubieta. Año y medio en el primer equipo valieron para que los blancos le ficharan en verano de 2018 por seis temporadas, hasta 2024.
Tras sus escasas oportunidades en el vestuario merengue, su préstamo en enero al Bayern de Múnich también está resultando infructuoso –solo suma tres partidos y poco más de 90 minutos–. En el Real Madrid no cuentan con el guipuzcoano para la próxima temporada ya que tienen en mente otros planes para el lateral derecho, donde sí pretenden recuperar a Achraf del Borussia Dortmund y darle galones tras dos temporadas en las que su crecimiento ha sido exponencial. El club escuchará ofertas por él este verano y la del Athletic de Bilbao puede ser una de las más tentadoras en términos económicos.
Odriozola cumple todos los requisitos que buscan en el Athletic para dotar de calidad, intensidad y primer nivel al lateral diestro que ahora domina Capa y que otrora fue de De Marcos o Iraola. El jugador desea volver a España y quiere volver a sentirse importante. De darse la operación recordaría a la reciente de Íñigo Martínez que tanta polémica suscitó.
Odriozola se quedará sin sitio en el Madrid este verano. Sus minutos con la presencia de Carvajal fueron mínimos este último año y medio y la recuperación de Achraf reduce más aún la cuota de tiempo que podría tener el lateral de continuar de blanco un año más. La operación, en este caso, dependerá de varios factores: un Athletic que decida apostar por la juventud de Álvaro, de 24 años, y su proyección y la voluntad del jugador de dar un paso que le dejaría marcado.
