El empate del Alavés en su duelo frente al Real Madrid arrastró cierta polémica y mucho trabajo para Cuadra Fernández. El colegiado sacó una tarjeta amarilla al infractor de la pena máxima, Sergio Ramos, al goleador que convirtió el penalti, Lucas Pérez, pero se le escapó el gesto de Aleix Vidal en la celebración del tanto.
El jugador catalán celebró el 1-1 de Lucas Pérez dedicándole un corte de mangas a los jugadores del Real Madrid, un gesto de rabia y absolutamente inapropiado que no acertaron a sancionar ni el colegiado del partido ni sus asistentes. Tampoco el VAR entró de oficio para revisar la jugada.
El que sí lo vio y en primera persona fue Sergio Ramos, que al haber visto una amarilla optó por no hacer la guerra por su cuenta y advertir a Cuadra Fernández de lo que había sucedido, en espera de una sanción para Aleix Vidal, que se fue de rositas después de realizar un gesto lamentable tras el tanto de su equipo.