Erling Braut Haaland firmó un partido muy discreto en el Borussia Dortmund-Bayern de Múnich antes de abandonar lesionado el campo en el 70′. El delantero noruego estuvo ausente, en parte, por la dificultad que encontraban sus compañeros para llegar a zonas ofensivas. Aún así, disfrutó de una ocasión clara que desbarató Boateng.
El Borussia Dortmund recibía al Bayern en el Signal Iduna Park en esta nueva normalidad sin público en las gradas. Un estadio que si de algo se identifica es por ofrecer esa atmósfera mágica que le da un toque especial al fútbol, pero al partido más importante de Alemania, en el que, además estaba en juego media Bundesliga, le faltaba esa chispa.
Sin gente en las gradas y con medidas de protocolo, pero con 22 futbolistas sobre el verde arrancaba der Klassiker y 30 segundos tardó el hombre de moda en Europa, Haaland, en dar el primer aviso al Bayern. El delantero noruego luchó un balón aéreo antes de echarse a correr y realizar el primer disparo del partido, con el que no tuvo suerte.
Desapareció el atacante del Borussia Dortmund, que veía como el Bayern de Múnich se empezaba hacer con el control del partido. A la media hora volvió a aparecer un Haaland que incordió a la defensa visitante. Primero intentando un disparo cruzado que interceptó Boateng y minutos después con una galopada que inició en su campo, que dejó sentado a un central antes de dormirse y dejar que le arrebatasen el balón cuando se preparaba para tirar con su pierna mala.
Poco más de Haaland en la primera mitad de un clásico alemán que se iba al descanso con el 0-1 favorable al Bayern tras el golazo de Joshua Kimmich. En la reanudación, más de lo mismo. Un Haaland desaparecido que tiraba algún desmarque a la banda pero no acompañaba el equipo. El noruego veía entre los centrales rivales como a su equipo le costaba salir con el balón jugado.
Aún así, en los primeros minutos de la segunda parte disfrutaría de la mejor ocasión del Borussia. Haaland recibió un pase, se colocó el balón a su pierna izquierda y su disparo era interceptado, desde el suelo, por Jerome Boateng, que desvió el cuero con el codo, algo que no vieron desde el VAR. Y no se volvió a ver más al ariete del Dortmund. En el 70 acabó pidiendo el cambio por molestias musculares. Reyna entró en su lugar y ahí acabó der Klassiker para un Haaland que estuvo ausente y no pudo ayudar a los suyos para ganar al Bayern.