Con paso firme y a ritmo de goleada. Así continúa su andadura en esta Liga F el Real Madrid. A la espera de un tropiezo casi imposible del imparable Barça que avive la competición y las haga depender de sí mismas, al menos, hasta que se vuelvan a ver las caras. En la enésima exhibición de Caroline Weir, las blancas le metieron un set al Valencia para sumar su décima victoria consecutiva en el campeonato, con el que se consolidan en la segunda plaza.
La escocesa volvió a brillar y lo hizo participando de forma directa en cuatro de los goles madridistas. Triplete más asistencia de la estrella del equipo de Toril, que también contaron con la presencia goleadora de Zornoza, Kenti y Esther. El Valencia hizo el amago de mantenerse en el partido con un tanto de Carro, pero fueron arrolladas por un Madrid que se llevó el triunfo por 1-6 en Paterna.
Las blancas salieron con un once prácticamente de gala. Misa defendía palos, escoltada en el eje por Rocío y Kathellen, mientras que Kenti Robles y Olga Carmona estaban en los laterales. El doble pivote lo formaban Zornoza y Toletti, Athenea y Feller aparecían por los costados y Weir enganchaba por el centro con Esther, en punta.
Weir no tardó en adelantar al conjunto blanco. La escocesa se aprovechó de un centro raso de Toletti para abrir el marcador. No duró mucho la alegría, puesto que el Valencia empató el partido con un gol de Carro, que se aprovechó de un rechace tras un centro de Anita Marcos para poner las tablas.
A partir de ahí, las madridistas fueron un ciclón. Weir tomó las riendas del partido y rompió definitivamente el encuentro. Apareció en el área pequeña para cazar el fallo en un despeje de la defensa y hacer su doblete, pero aún quedaba más. Antes del descanso, regaló a Zornoza el gol que allanaba el camino hacia la décima consecutiva de las de Valdebebas.
Ya en la segunda parte, apareció Kenti desde la derecha para hacer el cuarto, tras un disparo suyo que rechazó la guardameta. Teresa, que había entrado por Athenea al descanso, mandó un balón en profundidad que la pichichi madridista, Esther, no desaprovechó. El sexto llegó por medio de Weir, que ponía la guinda a su estelar actuación empujando un pase de la muerte de Nahikari.