La Fábrica, tal y como denominó Alfredo di Stéfano a la cantera del Real Madrid, es la mayor factoría de jugadores de fútbol del planeta. Nadie produce más que Valdebebas. Ya sea para el primer equipo o para nutrir al resto de clubes. Pero, además, en los campos de una ciudad deportiva que es ejemplo para el mundo también se forman entrenadores. Zidane, tres Champions en un palmarés espectacular, o Xabi Alonso, el hombre de moda en el Bayer Leverkusen, son los ejemplos más recientes. Ambos muy exitosos. Pero el club blanco sigue formando más talento para los banquillos y uno de los nombres propios es Álvaro Arbeloa.
El que fuera jugador del Real Madrid ya brilla en las categorías inferiores de Valdebebas. Desde que se hizo cargo del Infantil A del conjunto blanco no ha dejado de crecer. Ahora, es el jefe del Juvenil A, el equipo más importante de La Fábrica, donde los jóvenes futbolistas dan el salto, o no, al fútbol profesional. Y aquí, los éxitos han continuado. En su primera temporada conquistó el triplete nacional y sólo perdió un partido, aunque le costó un título. Este curso todo ha sido más complicado, pero ha hecho un auténtico máster: con un equipo muy joven ha sido capaz de terminar compitiendo y, sobre todo, sembrando para el futuro.
OKDIARIO ha hablado con Óscar Ribot, agente de Arbeloa y una de las personas que mejor le conoce. El CEO de Best Of You pone en valor el compromiso del entrenador con el Real Madrid, que en estos años como técnico de las categorías inferiores del conjunto blanco ha hecho debutar a generaciones llamadas a hacer grandes cosas en el mundo del fútbol donde destacan nombres como Jacobo Ramón, Manuel Ángel o Gonzalo, entre otros. «Siempre que el club le ha necesitado ha estado y eso no es nada fácil. Arbeloa llega a ser entrenador por él, solo por él, porque él deja el fútbol y él se plantea su futuro. Florentino Pérez no dudó en hacerle embajador y luego todos los estamentos del club se fueron enamorando de él por su forma de ser, su entrega infinita. Finalmente, lo de ser entrenador es un reto que quería sentir».
«Ha encontrado su camino. Sinceramente, él es feliz. Está disfrutando muchísimo de cada momento. Cuando ha tenido que estar con los pequeños, cuando ha ganado todo y cuando ha jugado muy bien, pero no ha logrado ganar todo. Esa es parte de la formación. Yo no tengo ninguna duda de que el siguiente gran nombre que va a haber en el mundo del fútbol va a ser Álvaro», añade.
Ribot habla de lo que él define como el ADN Arbeloa que a todos cautiva y que tiene como único secreto el trabajo: «Trabaja de 7:00 de la mañana a la madrugada. Veo su pasión, la del cuerpo técnico y la de todo el mundo que está a su alrededor. Genera una piña. Es muy del ADN de Álvaro. Esa lealtad, esos espartanos que siempre dice. Yo no tengo ninguna duda que tiene el éxito asegurado, no tengo ninguna duda».
Óscar también explica como ayuda a los jóvenes, junto a los que aprende en el día a día. Y un ejemplo perfecto es Iker Bravo. Arbeloa asumió el reto de ayudarle, mimarle y recuperarle para seguir explotando su potencial y el resultado ha sido que el joven delantero catalán haya regresado a una convocatoria de la selección española. El entrenador del Juvenil A tiene mucha culpa de todo esto.
Arbeloa y la gestión del vestuario
«De cada 100 entrenadores, 98 hubiesen dicho ‘bueno, Iker aquí no se ha adaptado’. Eso era lo fácil. Pero Arbeloa sí asumió el reto. Iker es un chico fantástico, tiene una calidad enorme, pero es un jugador especial por el que había que apostar. Álvaro no dudó ni un segundo a la hora de asumir el reto. Desde el minuto uno dijo ‘Iker Bravo, conmigo a mi lado’».
Iker es el ejemplo más reciente, pero Ribot explica lo importante que es para otros muchos jugadores. Otros jóvenes que han pasado por sus manos y que ahora, cuando están en el Castilla o en otros equipos, no dudan en mandarle un mantener relación con él. «El fútbol moderno no es solo ser el mejor tácticamente, hay que generar un vínculo dentro del vestuario que haces que luego en el campo se ve eso. Ancelotti es un especialista», explica Óscar.
El ADN de Álvaro
Óscar define muy claramente la mentalidad que siempre ha llevado a Arbeloa al éxito: «Es un Balón de Oro en la cabeza. Tiene esa mentalidad. La tenía cuando era un niño con 13 años, cuando llegó a Zaragoza, tras fichar por el Real Madrid, ir al Deportivo, dar el salto al Liverpool o regresar a su casa. Eso es lo que tiene Arbeloa y ya lo veréis. Veréis los éxitos que va a tener como entrenador en su vida».
Por último, Ribot tiene muy claro cuál es el sueño de Arbeloa: «Quiere ser entrenador del Real Madrid y tiene todo para conseguirlo. Tiene los valores del club, lealtad, profesionalidad, hambre y entiende que en el club blanco siempre hay que salir a ganar y pelear por lo máximo. Ese ADN lo lleva metido en su sangre, así que yo no tengo ninguna duda que algún día estará en el banquillo del Santiago Bernabéu».