El Real Madrid sufrió de lo lindo para imponerse a Mombus Obradoiro (79-69) en la jornada 31 de la Liga Endesa antes de marcharse a Vitoria para sellar su pase a la final four de la Euroliga ante Baskonia. La intención no era otra que ganar, pero delante tenían a un equipo lleno de necesidades que le puso las cosas realmente complicadas desde que el árbitro lanzó la pelota al aire. La victoria fue muy trabajada y no se logró hasta un último parcial en el que la calidad se impuso al esfuerzo de los gallegos. Scrubb fue sobradamente el mejor de todos con 25 puntos y Dzanan Musa sostuvo a los locales con 13 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias.
Turno para los Causeur y Ndiaye de entrada. Los menos habituales tomaron protagonismo en un partido de entreguerras en el WiZink Center, el tercero de esta semana en el pabellón madridista. Los locales comenzaron concediendo mucho defensivamente, pero estuvieron implacables en ataque y lograron poner cierta ventaja en el marcador al término del primer parcial (28-20).
Todo parecía bajo control hasta que en los tres primeros minutos del segundo cuarto el Obradoiro se desató con un parcial de 0-7 para ponerse a uno del Real Madrid. Los gallegos obligaron a Chus Mateo a pedir tiempo muerto y parar el huracán. Llegó el ecuador y los blancos seguían sin anotar un solo punto. Muchas pérdidas y poco acierto eran los síntomas de un equipo adormecido sobre el parqué.
Cuando la igualdad reinaba y los de Santiago se ponían por delante, tuvo que ser Llull el que apareciera para resucitar a los suyos con una mandarina. Obradoiro siguió apretando y llegó al descanso muy cerca del Real Madrid (38-37) después de un dominio prácticamente absoluto del segundo parcial. La contienda seguía ajustadísima y los visitantes no cedían ni un milímetro de su cancha al subcampeón de la Liga, que consiguió marcharse al último cuarto con una ventaja de cinco puntos (61-56)
Todo estaba por decidir en el Palacio, pero el Real Madrid demostró por qué está donde está en un ejercicio de calidad para aumentar esa ventaja que se llevó al asalto final. Musa volvió a pisar el acelerador y Causeur y Tavares se entonaron para asestar un golpe definitivo a los de Moncho Fernández. Scrubb y Pustovyi no estaban siendo capaces de tirar del carro solos y toda la pelea que ofrecieron no fue suficiente. El Real Madrid acabó ganando de 10 y ya se centra en el duelo del próximo miércoles a las 20:30 contra Baskonia en el Buesa Arena.