El Real Madrid enlazó su octavo triunfo consecutivo derrotando a Covirán Granada (94-80) en el partido correspondiente a la jornada 32 de la Liga Endesa, el penúltimo de la fase regular en el WiZink Center. La calidad se impuso en una mañana tranquila en la que ganó el que más acertó, o el que menos falló. En este caso fue el líder, que gracias al homenaje que se dieron Alberto Abalde y Dzanan Musa, ambos con 14 puntos, contrarrestaron los amagos de épica del conjunto granadino.
Parecía como si el Real Madrid hubiese arrancado con una marcha menos de lo habitual. Su rival, un Covirán en serios apuros para conseguir la salvación, no le exigió mucho en el primer parcial, pero fueron capaces de aguantar un pulso en el que el equipo local no estaba apretando demasiado el brazo. Tavares, en otra galaxia respecto a los granadinos, se adueñó de los dos aros. Se marchó sustituido con ocho puntos, cuatro rebotes y dos tapones en el zurrón.
El partido no acababa de romperse y Abalde logró estirar la ventaja a tres puntos en la conclusión del primer acto (22-19). Pero un triple del español, otro de Yabusele y uno más de Causeur obligaban a Pablo Pin a detenerlo para tratar de cerrar una brecha que crecía y crecía. La reprimenda surtió efecto y Covirán se arrimó para ponerse a uno del Real Madrid.
Los de Chus Mateo resurgieron gracias a un inmenso Poirier, que ahogó al conjunto andaluz en su aro, y Llull, que lo hizo desde el exterior. Así, el Real Madrid fue labrándose gran parte de un triunfo difícil de evitar para un Covirán con más fe que lucidez en su juego. Al descanso la balanza caía del lado blanco (51-42), pero ante un equipo que se juega tanto los de Chus Mateo sabían que no podían conceder ningún regalo.
El Real Madrid vence con autoridad a Covirán
Covirán se disolvía en el tercer cuarto con una cadena de ataques regalados desde el tiro de tres, mientras que Musa se pegaba un festín que alargaba la racha del Real Madrid. El partido llegaría prácticamente al último cuarto (77-57) y los menos habituales cobraban todo el protagonismo. Con la distracción propia del que se sabe tan superior llegó el desenlace y otra victoria de autoridad del equipo blanco.
«Sí, sí sí, nos vamos a Berlín», coreaba el público en el Palacio antes de lo que está por venir. La próxima semana tendrán dos duelos para seguir carburando. El primero en Valencia y el siguiente en este mismo escenario para cerrar la fase regular ante el equipo al que más veces se han enfrentado de momento este curso, Baskonia.