El Real Madrid sigue pujando por los puestos de privilegio en la Euroliga, tras una nueva noche de espectáculo en el Wizink Center, donde el acontecimiento más importante fue el regreso de Rudy Fernández a las canchas, 86 días después de una lesión de muñeca que le ha tenido en el dique seco. El veterano alero fue el nombre propio, por su vuelta, dentro de una victoria cómoda, brillante y coral del Madrid ante Asvel (92-73).
Demasiado Real Madrid para un rival que no pudo seguir el ritmo de los de Chus Mateo y fue alejándose paulatinamente del marcador, hasta ver ya en el último cuarto como todo estaba perdido. A ello colaboraron Dzanan Musa, de nuevo destacado en la ofensiva madridista, un Deck que también está de vuelta y Guerschon Yabusele, quien poco a poco va encontrando su mejor punto físico, ese que le convierte en indiscutible y diferencial.
Sin embargo, y con el punto álgido al final, el más destacado en lo estadístico fue un Vincent Poirier que se lució ante sus compatriotas y acabó con 19 puntos y 6 rebotes, desplegándose como un pívot titular desde el banquillo y que, cuando está a punto, hace que no se eche de menos una minutada de Edy Tavares. Por parte de Asvel, Noua y el ex madridista Tyus brillaron con luz propia, aunque siempre lejos de la cantidad de recursos ofensivos y defensivos que se desmarcan en el Palacio en esta temporada.
Los 92 puntos del Real Madrid adquieren más mérito si cabe si atendemos a que apenas se llegó a un 28% en tiros de tres puntos, una de las teóricas virtudes del equipo merengue pero que le abandonó en muchos tramos. Ahí, con Poirier y Deck como estiletes, la zona desatascó la situación para ir construyendo en cada cuarto, de forma regular y segura. La victoria nunca corrió peligro en una noche plácida en el Palacio.
Rudy, ovacionado por el respetable tanto en el calentamiento como en su entrada a cancha, dio muestras de inactividad, como es lógico, pero pudo acumular 16 minutos dentro de una rotación en la que sólo Poirier, con 28, superó claramente la veintena. La profundidad del plantel provoca que Mateo pueda dosificar a sus jugadores, no sin ello perder potencial, como pudo ver en primera fila un Asvel desesperado ante la infinidad de recursos de su rival.