El Real Madrid continúa demostrando su buen momento y, aunque con dificultades, superó su primer compromiso en Liga Endesa con victoria. El conjunto blanco superó a Hereda San Pablo Burgos (70-63) en un encuentro en el que Sergio Llull volvió a demostrar un gran nivel en anotación y Vincent Poirier ejerció de auténtico coloso en la zona, con 11 puntos, 9 rebotes y 5 tapones que impidieron que el cuadro burgalés peleara por una victoria que había merecido hasta los últimos minutos.
Los fichajes del Real Madrid responden, aunque aún da la sensación de que se puede ver una versión aún mejor de todos ellos. Y el ejemplo es Vincent Poirier. El galo adelantó su llegada en el tramo final de la pasada temporada y se ha servido de dos partidos de esta para confirmar que no sólo es un sustituto de garantías de Tavares, sino uno de los mejores pivots de Europa, posición en la que el Madrid es absoluto dominador en Liga y Euroliga.
Las dos torres del Madrid te aseguran que siempre una responda y la posición más floja del equipo, teóricamente, como es la de escolta, ha encontrado en la redención de Sergio Llull a su mejor aliado de compensación. El menorquín, de nuevo haciendo de desatascador, anotó por fuera, y con 12 puntos se sube al carro de protagonistas del encuentro. El Madrid encontró muchas grietas en estático, pero por un mero tanteo de individualidades, se llevó el partido.
Ahí también pide paso Adam Hanga, una navaja suiza para Pablo Laso, un fichaje perfecto para el Real Madrid con el aliciente de llegar desde el eterno rival. Hizo de falso base, de especialista ofensivo e incluso anotó por encima de sus teóricas posibilidades. Junto a Yabusele completan el poker que por sí mismo vale una victoria ante un notable Burgos, que hasta el final estuvo en el partido y pudo dar un susto de no ser por el gran rush final del Madrid de Laso.