Olympiacos ganó a Fenerbahce en el partido que nadie quiere jugar (87-84) y quedó tercero en la Euroliga. Aunque el final fue ajustado por desconexiones lógicas de los de Georgios Bartzcokas, que cayeron ante el Real Madrid de forma incontestable, los griegos se llevan el premio de consolación de vuelta al Pireo al vencer en el encuentro con menos ambiente de baloncesto de toda la Final Four.
La antesala de la gran final entre los blancos y Panathinaikos se saldó con un tercer puesto del quinto clasificado en la fase regular. La afición verde del otro equipo griego fueron la salsa del penúltimo asalto en el Uber Arena, donde un triple de Sertac Sanli sobre la bocina puso algo más de picante a un encuentro sin mucha historia. No valió porque estaba fuera de tiempo y Olympiacos rubricó el ‘bronce’ en la máxima competición de clubes en Europa.
Quien mejor entró en la pista fue el bando griego. De hecho, sólo dos veces se puso por delante el Fenerbahce en la primera mitad, en el 10-12 y en el 12-15, cuando Dyshawn Pierre estaba enchufado y parecía imparable, acumulando a esas alturas nueve puntos. El canadiense se reivindicaba así después de carecer de acierto el viernes ante Panathinaikos.
En ese duelo tampoco estuvo fino Scott Wilbekin, referente del equipo y que acabó con -9 de valoración, 1 de 10 en tiros. De nuevo volvió a ausentarse en espíritu durante los veinte minutos iniciales, en los que solo transformó dos tiros libres, si bien acabó apareciendo a partir del tramo final del tercer cuarto, cuando los de Sarunas Jasikevicius volvieron a ponerse por delante (61-62, minuto 29).
Dominio de los griegos
Entre medias hubo fases. Una de dominio de Olympiacos durante los diez primeros minutos, al final de los cuales se fue con siete puntos de renta. A esta le siguió la primera reacción del rival, un parcial de 3-12 fabricado por inquilinos hoy de la segunda línea como Tyler Dorsey, Johnathan Motley y Nathan Sestina.
La dinámica, cíclica, no volvió a verse hasta la media hora, con una nueva dentellada de los de blanco y rojo que les permitió situarse con 13 de ventaja y la ya citada reacción del plantel turco para remontar y volver a ponerse por delante tras mucho tiempo sin hacerlo.
No cesó el homenaje a la película ‘Atrapado en el tiempo’, en la que el actor Bill Murray, sentado en la grada del Uber Arena presenciando el duelo en directo, revivía una y otra vez el ‘Día de la marmota’. Así, se hizo de nuevo el Olympiacos con un pequeño colchón, brillando como en semifinales Alec Peters (cinco de siete en triples), que se redujo a cinco puntos tras una canasta de Motley (78-73, minuto 34).
Pese a ello se afanó en dar una vuelta de tuerca más, decidido a salir victorioso en el cara a cara del honor, costase lo que costase. Entre Shaquielle McKissic y a Moses Wright sacaron fuerzas de flaqueza, dejando incluso un mate de concurso el segundo tras asistencia del primero.
Olympiacos resiste a Fenerbahce
Parecía ya la guinda, pero resucitó el conjunto de Estambul por última vez. Tanto que aun perdiendo de diez a falta de cuatro minutos, tuvo hasta dos opciones de llevar el choque a la prórroga. En ambas el protagonista fue Sanli, que falló dos triples para empatar, el segundo de ellos teniendo que ser revisado al salir de su mano instantes después de que sonara la bocina del final.