El Barça terminó con la condición de invicto del Real Madrid en la Liga Endesa. Los blancos sufrieron un apagón en el cuarto final y los culés no perdonaron. Liderados por un tremendo Kyle Kuric en el último periodo y un imponente Mirotic, los azulgrana consiguieron distanciar por primera vez de los locales en el partido y no volvieron a mirar atrás. La intensa defensa de los pupilos de Jasikevicius marcó la diferencia y una muestra de ello es que los locales apenas lograron dos canastas en juego en los ocho primeros minutos.
Los visitantes cocinaron el partido para que se resolviese por pequeños detalles al final. Mirotic dio una lección ofensiva en el primer periodo a un Garuba que fue sacado por los 14 de un total de 26 puntos del internacional español. La perla madridista no pudo hacer nada ante la lección de fundamentos que recibió por el otrora estrella de la cantera blanca.
Pese a su esfuerzo, Mirotic no logró marcar distancias para los suyos. Fallaban muchos triples, mientras el Madrid hacía un esfuerzo colectivo por mantenerse en el duelo. Llull –11 puntos– se enfundó en el segundo cuarto su capa de superhéroe, pero ni por esas se hacían ventajas en el marcador alcanzándose el descanso con un empate a 46.
El tercer cuarto tuvo ese mismo esquema, pero el Barça ya subió líneas defensivas cansando en exceso a un Madrid que lo pagaría fallando muchos tiros en el periodo final. Los blancos, ya fuese por mala selección o mala fortuna, apenas consiguieron anotar canastas en el periodo final, mientras que Kuric funcionaba como una reloj suizo anotando nueve puntos a la postre decisivos. El norteamericano construyó una ventaja de una decena a poco menos de tres minutos del final.
El partido parecía resuelto, pero el Madrid tiró de casta para intentar la heroica. Se pusieron a cuatro puntos y con posesión en el último minuto de encuentro. Fue entonces cuando Mirotic, como buen villano, apareció para taponar por la espalda la única opción de Laprovittola de poner emoción al choque al final. Laso y los suyos han llegado con su racha inmaculada hasta los 14 partidos en la competición doméstica, pero un gran Mirotic y un Kuric decisivos les han dejado sin una primera vuelta perfecta.
