Como si jugase en el patio de su colegio. Así dominó Nico Laprovittola al Tenerife para apuntar el triunfo número 29 en 30 partidos del Real Madrid en Liga Endesa. Los blancos superaron a unos canarios –terceros en la tabla– gracias a la tremenda inspiración ofensiva del base argentino y los rebotes de un Tavares que marcó territorio al recién fichado Vincent Poirier, quien observó desde el banquillo la tremenda superioridad del pívot caboverdiano.
Los blancos dominaron el choque desde el principio evidenciando que apenas había resaca del Clásico que disputaron y ganaron el domingo en Barcelona. El Tenerife, un equipo que es un ocho en todo y que cuando bajas la tensión te lo hace pagar, esperaba su oportunidad ante unos blancos que se aferraron a un tremendo 13 de 27 en tiros de tres puntos para cimentar una ventaja de una decena de puntos al inicio del segundo periodo.
El Madrid administraba bien su ventaja, pero los canarios se mantenían en el partido gracias a la conexión formada por Marcelinho Huertas y el veterano Shermadini. Precisamente esta conexión fue la que metió al Tenerife en el último periodo llegando a establecer el 64-65 a cinco minutos del final.
El Madrid tenía que hacer algo para no llevarse un susto. Laprovittola tomó la responsabilidad que se le presuponía cuando partió Campazzo con destino a la NBA y lideró al equipo para que no sufriese en los minutos finales. El argentino, en las pocas veces que fallaba, contó con el respaldo de un Tavares que firmó una tarjeta estadística perfecta salvo un fallo en un tiro libre. El pívot terminó con 27 de valoración, pero se vio superado por los 28 del argentino, quien agregó 21 puntos y 9 asistencias.
Pese a las ausencias, el equipo de Pablo Laso sigue demostrando que no se deja llevar y que a competir nadie le supera. Los blancos tienen a tiro asegurarse terminar en primera posición esta temporada en la Liga Endesa.
